El fiscal Luigi Patronaggio señala que "la situación en el barco es explosiva, de máxima urgencia", según recogen los medios italianos, que señalan que el fiscal llegó a Lampedusa en helicóptero este 20 de agosto.
Por otro lado, la incautación del buque Open Arms "es preventiva", informa La Repubblica.
El fiscal investiga un presunto delito de secuestro ante la negativa del ministro italiano Matteo Salvini a permitir el desembarco de los migrantes en Lampedusa.
Salvini reaccionó a esta decisión asegurando que "no tiene miedo".
"¿Otro desembarco, otro juicio? No tengo miedo, estoy orgulloso de defender las fronteras y la seguridad de mi país", reaccionó el ministro de Interior italiano.
La decisión coincide con el anuncio de España de enviar un buque de la Armada para traer a España a los migrantes rescatados por la ONG, que previsiblemente llegará a Lampedusa en tres días.
El número de migrantes a bordo llegó a ser de 160, pero se redujo en los últimos días después de que decenas de ellos fuesen evacuados por necesitar atención médica o psicológica urgente y varios rescatados por los guardacostas italianos después de tirarse al mar.