"Promoveremos el diálogo y la cooperación para que las semillas que hemos sembrado junto con Corea del Norte en la primavera de la paz se conviertan en árboles de la prosperidad", afirmó Moon en un discurso televisado con motivo del Día de la Liberación de Corea.
El mandatario surcoreano, citado por la Casa Azul, prometió "potenciar estas bases para que podamos organizar con éxito en 2032 los Juegos Olímpicos conjuntos Seúl-Pyongyang y plantarnos firmes en el mundo como una Corea unida al lograr la paz y la unificación para 2045, año que marcará el 100 aniversario de la liberación".
Moon expresó la confianza en que los coreanos habían madurado y serán capaces de superar cualquier crisis.
"La capacidad de las personas para lograr la paz y la prosperidad en la península de Corea se ha fortalecido. Podemos crear un país que nadie podrá sacudir", dijo.
Durante la primera cumbre intercoreana, que se celebró en Panmunjom en abril de 2018, Moon y Kim reafirmaron el objetivo de lograr la desnuclearización completa de la península de Corea, poner fin a las acciones hostiles, reanudar las reuniones de las familias separadas por la guerra de 1950-53 y mejorar las relaciones bilaterales, incluyendo la apertura de una oficina de enlace en Kaesong.
Sin embargo, el proceso de distensión en la península de Corea se atascó en los meses recientes.
Relaciones comerciales con Japón
Asimismo, Moon Jae-in, instó a Japón a no utilizar el comercio como arma en detrimento de otros países.
El presidente, citado por la Casa Azul, expresó la esperanza de que Japón asuma un papel de liderazgo para contribuir a la paz y la prosperidad en Asia Oriental, sin dejar de reflexionar al mismo tiempo sobre "un pasado que trajo la desgracia a sus países vecinos".
"Más vale tarde que nunca: si Japón elige el camino del diálogo y la cooperación, nos uniremos con gusto. Nos esforzaremos con Japón para crear un Asia oriental que participe en el comercio justo y la cooperación".
A principios de julio pasado, Japón limitó el suministro a Corea del Sur de tres componentes químicos necesarios para la fabricación de semiconductores y equipos electrónicos, y en agosto anunció que eliminará a Corea del Sur de la lista de naciones que gozan de preferencias en materia del control de exportaciones.
Tokio alega que Seúl no asegura el control pertinente sobre las tecnologías de doble uso.
La cancelación recíproca de preferencias, que se hará efectiva en las próximas semanas, implicará para ambas partes la obligación de solicitar permiso cada vez que adquieran productos y tecnologías de doble uso, trámite que suele prolongarse por mucho tiempo.
El endurecimiento del control de exportaciones afecta más a Corea del Sur que cerró el pasado año con un déficit de 24.100 millones de dólares en el comercio con Japón, correspondiendo un 93% de esta suma al apartado de materiales, componentes y equipos industriales.