En la lista figuran un total de 27 países con los que Tokio mantiene una relación más estrecha y de mayor confianza: Estados Unidos, los de la UE, Australia, Nueva Zelanda, Argentina y Corea del Sur, entre otros. El Gobierno japonés citó "la destrucción de la confianza bilateral" como el detonante de su decisión. Pero Seúl cree que Tokio se está vengando de la decisión del Tribunal Supremo de Corea de obligar a las empresas japonesas a pagar una indemnización a los descendientes de los trabajadores coreanos que fueron desplazados a la fuerza para trabajar en las fábricas durante la ocupación de la península de Corea por Japón entre 1910 y 1945.
La decisión de Japón se anunciará formalmente el 7 de agosto y en tres semanas —el 28 de agosto— Corea del Sur desaparecerá oficialmente de la lista.
Así que a partir de ahora, cuando se exporten de Japón a Corea del Sur bienes y tecnologías que puedan ser de doble uso o ser utilizadas para producir productos estratégicos o de defensa, será necesario pedir permiso al Gobierno japonés, advierte Kirianov. Por "bienes y tecnologías de doble uso o estratégicas" se entiende un gran número de productos. En total, 857. Kirianov señala que los expertos coreanos estiman que la medida afectará a casi todas las exportaciones de Japón a Corea, excepto las de alimentos, madera, ropa, etc. "Varios economistas han pronosticado que el golpe a la economía coreana será severo", dice.
"Podemos suponer que el daño de Japón por el boicot será menor que las pérdidas que experimentará Corea del Sur", dice el corresponsal de Rossiyskaya Gazeta.
Pero es prudente esperar medidas más serias por parte de Corea del Sur. Seúl deja claro que para ellos el conflicto es una cuestión de principios y, por lo tanto, puede llegar lejos. Durante la reunión del 1 de agosto de los ministros de Exteriores de ambos países en Bangkok, la surcoreana, Kang Kyung-hwa, dijo que Seúl "tendrá que revisar completamente todo el sistema de interacción con Tokio en el ámbito de la seguridad".
"El problema para Seúl es que todavía no se contempla una respuesta económica efectiva. Todo está limitando a dar una respuesta emocional y a mencionar la cooperación en el ámbito de la defensa, donde el daño será grave para los propios surcoreanos. Es probable que haya funcionarios y expertos surcoreanos que estén debatiendo sobre cómo responder golpeando más fuerte a los japoneses", explica Kirianov.