El presidente Mauricio Macri brindó una conferencia en la que anunció siete medidas para "aliviar a 17 millones de trabajadores", cuya calidad de vida se ha visto comprometida por la crisis. A pesar de sus palabras, los principales indicadores económicos y financieros no mejoraron y la preocupación sigue latente en la ciudadanía.
En su polémico discurso pidió disculpas y dijo que cuando asumió el Gobierno pensaba que este sería más fácil, pero el escenario del que partió era como "el décimo subsuelo". "Les exigí mucho, lo que les pedí fue muy difícil, fue como trepar el (monte) Aconcagua, y hoy están agotados, cansados, enojados. Llegar a fin de mes se transformó en una tarea imposible", declaró.
Entre los pasos a seguir destacó una modificación del impuesto a las ganancias, para que los trabajadores reciban 2.000 pesos argentinos (33 dólares) más por mes durante lo que resta del año.
Además, prometió un pago extraordinario del mismo valor por los meses de septiembre y octubre para los monotributistas, trabajadores informales y desocupados, y se comprometió a otorgar un bono de 5.000 pesos (84 dólares) a empleados de la administración pública.
A pesar de que no brindó detalles, también anunció un aumento del salario mínimo, un congelamiento del precio del combustible por 90 días, un aumento de la beca estudiantil Progresar y un plan de pagos a 10 años para pequeñas y medianas empresas que tengan deudas ante la Administración Federal.
"Bienvenido sea todo lo que implique un alivio para la crisis que ya se asentaba sobre una situación social muy comprometida. Argentina nunca logró, te diría en los últimos 20 años, bajar a niveles de pobreza, de desempleo, de calidad laboral dignos o justos. Entonces, sobre esa base de mucha precariedad se monta esta nueva crisis para la cual el Gobierno no dio casi ninguna respuesta en términos sociales y productivos", dijo a Sputnik el economista Martín Kalos.
El Cuco
Este miércoles el presidente brasileño Jair Bolsonaro se refirió —por segunda vez desde los comicios— al triunfo de la oposición en las primarias argentinas. El país "se hundirá en un caos" porque los "bandidos izquierdistas seguirán el camino de Venezuela", que enfrenta una profunda crisis económica, apuntó.
De igual forma se habían expresado militantes del oficialismo en redes sociales. Mediante tuits y publicaciones del Facebook, seguidores de Macri hablaban desde el domingo de una posible crisis como la venezolana y en particular de la posibilidad de una hiperinflación como la que afecta al país caribeño.
De acuerdo a Kalos, "el uso político" de esta afirmación "es muy irresponsable" puesto que no tiene sustento y remite tanto a la situación de Venezuela como a la de la propia Argentina entre los años 1988 a 1990.
"En ese marco se ha usado esa palabra, que es más una amenaza y que no puede ocurrir, salvo que se den errores garrafales en la política económica, que hoy por hoy no se ven en el horizonte", apuntó.
Para el economista, esto no quiere decir que la situación vaya a ser fácil y alcanza el ejemplo de 2018 para notarlo. Entonces, el Gobierno preveía un crecimiento generalizado de los precios de 40% aunque los analistas mantenían prospecciones mucho más altas, que fueron las que finalmente se cumplieron.
"El gran riesgo es que estemos entrando en todo una época de inflación aún más alta que la que teníamos en los años previos. Recordemos que de 2007 a 2015, tuvimos una inflación de alrededor del 25% y hubo tres o cuatro años que difirieron. Ahora parecería que podemos tener un par de años consecutivos en torno al 55%, 60% y eso es un montón", concluyó el experto.