"Se ha llegado a la conclusión de que efectivamente Essal es la responsable por el daño ambiental en el Lago LLanquihue [sur]", explicó en conferencia de prensa uno de los jueces del tribunal, Iván Hunter.
La justicia determinó que la compañía vertía constantemente agua contaminada al lago, proveniente de los procesos de recolección de agua de lluvia que se realizan en una planta cercana al lugar.
También afectó a la eutrofización del lago, esto es el proceso por el cual las masas de agua acumulan residuos orgánicos para generar nutrientes al ecosistema acuático.
Debido a esto, la sentencia obligó a la empresa a presentar en 30 días un plan de reparación del daño, y además debe elaborar un proyecto para mejorar y modernizar sus procesos de homogeneización de aguas servidas.
Chile decreta emergencia ambiental en ciudad central por dióxido de azufre en el aire https://t.co/k7xtuoOZqs
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) July 30, 2019
El problema más grave es que este es el segundo caso de contaminación que vincula a la empresa Essal en un mes, luego de que en julio pasado un accidente en una de sus plantas contaminó el agua potable de toda la ciudad de Osorno (sur), dejando a la localidad varios días sin suministro y generando una crisis en la que incluso intervino el presidente Sebastián Piñera.
Desde 1998 existe en Chile una ley que permite a las empresas privadas participar del negocio de la distribución de agua potable, y hoy casi el 100% de este mercado está controlado por transnacionales, con la excepción de algunos municipios (barrios).
Essal tiene la concesión del agua potable en el sur de Chile desde 1998.