"Creemos que un cambio profundo es posible. Estamos trabajando contra el sistema que hoy está depredando nuestro ecosistema", dijo a Sputnik Lorena Donaire, miembro del Movimiento de Defensa del Agua, la Tierra y la Protección del Medioambiente, una de las más de 160 organizaciones que forman parte de la Cumbre de los Pueblos.
Desde que en diciembre de 2018 la ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Smith, dijo públicamente que su país estaba en tratativas con NU para ser el anfitrión de la Conferencia de las Partes por el Cambio Climático número 25 (COP 25), organizaciones sociales, académicos, estudiantes y sindicalistas preocupados por el medioambiente y la soberanía alimentaria comenzaron a trabajar para organizar una cumbre paralela.
El 11 de abril de 2019 el presidente Sebastián Piñera anunció que entre el 2 y 13 de diciembre se celebrará el evento medioambiental más importante del mundo en Santiago.
Ese mismo día, 60 organizaciones ciudadanas se reunieron para planificar una cumbre paralela. El martes 9 de julio lanzaron la Cumbre de los Pueblos, con el apoyo de más de 100 organizaciones que se sumaron, en contra de la COP 25 y del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que también se realizará en la capital chilena, entre el 16 y 17 noviembre.
"Vamos a recibir a personas non gratas para nosotros como movimientos sociales, que han sido los principales devastadores de nuestros territorios, que vienen en búsqueda de ganancias; son poderosas corporaciones transnacionales que han intensificado la usurpación y el saqueo de los recursos naturales en el mundo, con grave perjuicio para los asentamientos humanos y ecosistemas. Nos unimos como pueblo contra eso", explicó Donaire.
La activista también indicó que la Cumbre de los Pueblos está llamando a los movimientos latinoamericanos a congregarse, porque entienden que comparten un único objetivo: "defender la tierra".
Primera acción
La Cumbre está promoviendo un plebiscito ciudadano por internet para que las personas manifiesten su apoyo o rechazo al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (conocido como TPP11), cuya ratificación discute actualmente el Senado chileno. Este acuerdo es el primero en la historia de Chile que se realizó con una gran resistencia.
"El TPP 11 amenaza nuestra soberanía alimentaria (...) Apelamos a poder mantener nuestra agricultura familiar campesina, nuestros ecosistemas, que ya son tan depredados", sostuvo Donaire.
El 9 de junio realizaron el último conteo de firmas en contra del TPP 11, llevaban 258.096 votos emitidos; quienes posean RUT (documento de identificación chilena) podrán votar en la página web hasta el 21 de julio y el día siguiente presentarán las firmas ante el Senado.
"Pedimos a nuestros representantes que se acuerden de nuestros votos y que puedan decir no al TPP 11. Abogamos a la voluntad de nuestros senadores para que vean el descontento del pueblo", resumió la activista.
Cómo funcionará la Cumbre de los Pueblos
El trabajo de la Cumbre se organizará en torno a cinco ejes temáticos: feminismo, medioambiente, luchas y derechos sociales, migración, situación internacional; y se trabajarán bajo dos enfoques transversales: feminismo y decolonialidad.
A su vez, se realizarán manifestaciones y marchas mientras se realicen las conferencias de la APEP y la COP 25 en Santiago; en el resto del país se llevarán a cabo cumbres regionales y provinciales.
"Estamos apostando por la descentralización; acá todo se dirime en Santiago o Valparaíso (...) decidimos unificar al pueblo, levantando la cumbre desde los territorios, desde donde la gente pueda hacer un trabajo de construcción de propuestas para, justamente, cambiar estos sistemas", indicó Donaire.
La Cumbre de los Pueblos no sólo expresará su molestia y reclamos ante el Gobierno y la comunidad internacional, también prevé presentar "alternativas": empresas sustentables para generar economías sustentables, leyes para proteger a los pueblos originarios, la soberanía alimentaria, y el medioambiente.