"El resultado de ayer [el 4 de agosto] muestra cómo Uruguay se destaca en una región que ataca a la comunidad LGBTQ [lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y queer]. Uruguay es un mojón y una isla en este sur de América en la resistencia y en la instalación de la accesibilidad de los derechos LGBTQ", afirmó a Sputnik González, licenciada en Ciencias de la Comunicación.
Si al menos 25% de los habilitados para sufragar apoyaban la iniciativa derogatoria, esta pasaba a un referéndum propiamente dicho.
Sin embargo, al Corte Electoral informó que la consulta tuvo 272.980 adhesiones, equivalente a 9,90% del padrón, por lo que la iniciativa naufragó.
Los diputados por el Partido Nacional (conservador) Carlos Iafigliola y Álvaro Dastugue, este último también pastor evangélico, fueron los principales impulsores de la campaña para derogar la norma, aprobada en octubre de 2018.
Iafigliola cuestionó a su propia fuerza política por el poco apoyo "para poner en discusión el tema", informó Radio Universal.
"Hicieron su análisis político y electoral y decidieron no participar (…) creí que iba a haber una reacción distinta", agregó.
El pre-referéndum se hizo en plena campaña electoral: el próximo 27 de octubre los uruguayos elegirán al nuevo presidente y a los miembros del Parlamento.
Por su parte, González dijo que fue una jornada "muy intensa" para todas las organizaciones a favor de las personas trans.
"Uruguay está marcando precedentes, está en la vanguardia en lo que tiene que ver con la defensa de los derechos humanos y creo que el pueblo uruguayo, a través del pueblo democrático, está generando mucha conciencia, sensibilización y mucho sujeto político", agregó.
El único candidato presidencial que acudió a votar el 4 de agosto fue el líder del partido Cabildo Abierto (derecha), Guido Manini Ríos, excomandante en jefe del Ejército.
"No estamos de acuerdo con la ideología de género que a toda costa se quiere imponer a nuestra sociedad... Hoy voté para que el pueblo pueda decidir sobre una ley que genera polémica... Creo que hay instancias en que el pueblo debe ser consultado, y ésta es una de ellas", publicó Manini Ríos en su cuenta de Twitter.
No estamos de acuerdo con la ideología de género que a toda costa se quiere imponer a nuestra sociedad... Hoy voté para que el pueblo pueda decidir sobre una ley que genera polémica... Creo que hay instancias en que el pueblo debe ser consultado, y ésta es una de ellas... pic.twitter.com/1R8jQl7qna
— Gral. Guido Manini (@GuidoManiniRios) August 4, 2019
Iafigliola dijo a Sputnik hace unas semanas que la ley es "peligrosa, injusta e inconstitucional".
"Esta ley permite que menores de edad puedan llevar adelante procesos de hormonización para cambiar de sexo y de nombre aún sin el consentimiento de los padres", dijo Iafigliola a Sputnik.
Sin embargo, la ley establece en forma inequívoca que "para que las personas menores de 18 años accedan a intervenciones quirúrgicas genitales irreversibles con el fin de adecuar su cuerpo a su identidad de género, la autorización o la anuencia de los representantes legales será de precepto".
Para el caso de menores que no obtengan el respaldo de sus padres o sus representantes legales, la ley establece que se podrá recurrir a mecanismos ya existentes, entre ellos los del Código de la Niñez y de la Adolescencia, que establece que el menor "en todo caso tiene derecho a ser oído y obtener respuestas cuando se tomen decisiones que afecten su vida" y "podrá acudir a los tribunales y ejercer los actos procesales en defensa de sus derechos".
Un cuarto de los menores trans en Uruguay son expulsados de su casa, el 75% abandona sus estudios debido al acoso de docentes y compañeros, y solo 23% cuenta con un trabajo formal, lo que condena a muchos a la prostitución, según un censo del Ministerio de Desarrollo Social.
Las personas transexuales tienen en Uruguay una expectativa de vida promedio de 35 años.