"Las acciones de Tokio pueden repercutir negativamente en la cadena de producción global y serán mal vistas por la comunidad internacional [...] El Gobierno japonés será completamente responsable de lo que suceda en el futuro", declaró Moon al empezar una reunión urgente de su Gabinete.
El mandatario, cuyo discurso era transmitido por la Casa Azul en la red social Facebook, calificó la acción de Tokio de "irresponsable", "egoísta" e "injusta" y dijo que Corea del Sur tomará medidas "correspondientes".
La exclusión de la llamada lista blanca a partir del próximo 28 de agosto, implica para Corea del Sur la obligación de solicitar permiso cada vez que importe productos de doble uso desde Japón, trámite que suelee prolongarse por unos tres meses. Desde 2004, los surcoreanos se beneficiaban de un procedimiento simplificado junto con los demás integrantes de la lista.
Es la segunda vez en menos de un mes que Tokio endurece el control sobre las exportaciones a Seúl.
A partir del 4 de julio, Japón limitó el suministro a Corea del Sur de tres componentes químicos necesarios para la fabricación de los semiconductores y equipos electrónicos.
Por su parte, Corea del Sur atribuye las restricciones a la disputa sobre el trabajo forzoso durante el período de la ocupación japonesa de la península de Corea, de 1910 a 1945.
Las discrepancias entre Seúl y Tokio se reavivaron después de que en 2018 la Corte Suprema de Corea del Sur resolviera que las empresas japonesas deben pagar compensaciones a las víctimas del trabajo forzoso.
Tokio protestó enérgicamente alegando que el asunto quedó resuelto con la firma del acuerdo sobre el establecimiento de las relaciones diplomáticas en 1965.