Las oficinas comerciales de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) comenzaron a oficializar los permisos para todas aquellas personas naturales interesadas en conectarse a las redes de wifi distribuidas por toda Cuba.
Hasta la fecha, existía wifi sólo en las plazas públicas de las diferentes ciudades, donde las personas acudían con sus móviles y dispositivos portátiles para conectarse. Para acceder a este servicio los cubanos debían comprar una tarjeta con los datos para loguearse a la red por el precio de un dólar la hora.
Aunque hace poco el inicio del servicio de 3G por ETECSA había ayudado a diversificar un poco más la oferta, sus costos lo mantienen como un paquete todavía inaccesible para la gran mayoría.
Por eso desde este 29 de julio, la oferta de extender el servicio de las plazas públicas hasta los hogares viene a ser la más cómoda y económica anunciada hasta el momento, aunque solo para quienes viven cerca de las plazas donde están instaladas las redes de ETECSA.
"Esto beneficia a quienes viven cerca de los parques porque los routers permitidos son de corto alcance, unos 300 metros", dijo a Sputnik Yosvani Cuenca, un joven con licencia como agente de telecomunicaciones en La Habana.
Sin embargo, para Luis Miguel Marin, fundador de la empresa de marketing digital HIGHVISTA también de la capital, "lo que hicieron fue organizar lo que ya existía".
"Es como pedir permiso para anclarse a las redes de wifi públicas: vas a la oficina de ETECSA, das tus datos y registras el dispositivo, nada engorroso. Solo pides permiso para usar los equipos con ese fin y se hace un pago anual", explicó Juaristi.
Para este emprendedor cubano la lejanía de los parques no supone un problema, porque en la actualidad es posible conectarse a más de un kilómetro del punto wifi.
Lo cierto es que entre los dispositivos Nano para wifi y los routers de MikroTik, la señal wifi camina por toda Cuba en una red privada que los vecinos comparten y a la que cada vez más personas abren sus puertas. Hoy, hasta 300 metros es legal.