A dos semanas de las primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) presidenciales en Argentina, dirigentes y expertos advierten sobre la preparación de un escenario técnico que posibilita la adulteración del escrutinio provisorio. El fraude no se podría extender al recuento oficial en papel, pero impactaría de forma decisiva en los noticieros.
"Esa situación hará que se judicialice el escrutinio definitivo y que, probablemente, dure más de dos semanas", pronostica el ingeniero Ariel Garbarz, fiscal del Frente de Todos y principal animador de las denuncias públicas sobre el tema.
La propia Cristina Fernández de Kirchner, a su regreso de Cuba, manifestó su preocupación por la posibilidad de fraude y aconsejó avanzar en los recursos judiciales para exigir al Gobierno del presidente Mauricio Macri las garantías necesarias.
Por eso el peronismo, la principal fuerza de oposición, anunció que hará su propia fiscalización de las elecciones.
El nuevo sistema será puesto en práctica por primera vez en las elecciones primarias (PASO) del 11 de agosto. Hay varias peticiones de partidos para que se suspenda y se retome el sistema anterior, pero la Justicia Electoral no ha respondido hasta ahora.
La preparación del escenario legal
La Administración Macri mostró este año un sostenido empeño por modificar el Sistema Electoral. Aparte de otros cambios, impulsó por decreto un nuevo sistema de envío digitalizado de las actas del escrutinio, que sustituye el tradicional de los telegramas.
Nunca se explicó qué urgencia justifica modificar por decreto un sistema que debe ser modificado por el Parlamento. Sin embargo, la Cámara Nacional Electoral, con un fallo salomónico, autorizó la digitalización de la transmisión de resultados al mismo tiempo que se distanció de los mecanismos implementados por el Gobierno.
Así, el tribunal permite la digitalización y transmisión de resultados, pero deslinda responsabilidades sobre lo que ocurra. Ordena mantener el recuento oficial en papel para los fines legales, pero dice que no va a intervenir en el recuento provisorio.
El escrutinio provisorio entonces tiene un raro status jurídico: no tiene fuerza legal, aunque está autorizado. El Sistema Nacional Electoral lo desconoce, aunque comparten datos.
El escrutinio provisorio se convierte en un proceso paralelo de recolección y administración de datos sobre la elección, con el objeto único y exclusivo de convertirse en materia prima de las noticias.
La preparación del escenario técnico
Para el nuevo sistema de envío digitalizado de las actas del escrutinio, el gobierno compró el polémico software Election 360 de SmartMatic para implementarlo. Este programa modifica las actas de escrutinio que transmite, tiene la propiedad de transformar y manejar los archivos transmitidos, y así lo informa en su ficha técnica.
"Debería ser declarado ilegal. No debería poder usarse en ningún país", señala Garbarz.
En la última jornada de simulacro, los técnicos de la empresa reconocieron que el escáner genera un archivo TIFF, pero los operadores de carga reciben un PNG. En otras palabras, la imagen que visualizan los operadores que están en el centro de cómputos no es la misma que sale del establecimiento que la envía.
Este software manejará los datos de más de 90.000 actas de 90.000 mesas de votación en las 15.000 escuelas de todo el país. Será la primera vez en la historia que se podrá hacer "una manipulación o adulteración de votos a gran escala", advierte Garbarz.
En suma, un conjunto de experiencias y jurisprudencia internacional enseña que cualquier tecnología electrónica que suplante al voto manual, controlable por cada partido, conlleva inseguridad, vulnerabilidad y posible distorsión de la voluntad ciudadana.
La preparación del escenario mediático
El sistema de medios es la tercera pata del esquema. En Argentina, una simbiosis gobierno-justicia–medios impone su propia realidad virtual.

¿Qué pasará en la noche del 11 de agosto si se anuncia un resultado en el escrutinio provisorio que luego no se confirma en el conteo oficial?
Posiblemente gran parte de la población nunca llegue a saberlo.
¿Qué puede pasar en las PASO?
Para Garbarz, el domingo 11 de agosto el Gobierno va a usar el sistema para reducir las diferencias entre los dos candidatos. Las consultoras más importantes muestran entre 6 y 12 puntos de ventaja de la principal fórmula de oposición (Alberto Fernández – Cristina Fernández) por sobre la encabezada por Macri.
Garbarz pronostica que los resultados del escrutinio provisorio van arrojar una pequeña diferencia entre ambas fórmulas, validando el clima previo que instalan los medios de una pelea "cabeza a cabeza" o de un empate técnico.
"De esa manera se va a preparar a la opinión pública, para que cuando sean las elecciones definitivas, no sorprenda que gane el oficialismo por uno o por dos puntos (en forma fraudulenta por supuesto)", señala el ingeniero.
Un Gobierno impopular y debilitado que no tiene oportunidad de renovar su mandato por el voto popular, ¿Se jugará su última carta a escenificar un triunfo virtual (o una derrota por escaso margen) en las pantallas televisivas y las portadas de los diarios?
La arquitectura legal, técnica y mediática está montada. Usarla es una decisión política y hay varios guiones-resultados en danza. Hay que estar atentos.
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