La "grieta" sigue siendo el eje del debate, con el rumbo de la economía como discusión central, aunque "corrupción", "instituciones", "república" y una falsa dicotomía pasado/futuro también se esbozan entre las consignas proselitistas de los virtuales candidatos. La única novedad: la evidente decadencia de los partidos.
"En el sistema político se está produciendo un proceso de cambio profundo de naturaleza que va hacia una forma inédita. Esta mutación marca la existencia de espacios aluvionales, por el acarreo de diversos materiales, no solo de los viejos partidos sino del mundo de los medios, de la sociedad en general. Estos espacios tienen un leve aire familiar con lo que fueron pero no expresan para nada a los partidos, hoy tan fragmentados", dijo a Sputnik el analista Enrique Zuleta Puceiro.
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El pragmatismo es la norma. El pivote hoy se resume en oficialismo/oposición, aquellos partidos fragmentados o figuras que eligen plegarse y fortalecer al oficialismo o los que se plantan en la vereda de enfrente, y en ambos lados de la calle sin mucha importancia sobre su procedencia ni los enfrentamientos pasados entre los líderes. Nadie pasa un test de archivo.
Cristina Fernández de Kirchner eligió colocar a Alberto Fernández al frente de la fórmula, corriendo el riesgo de cómo pudiera tomarlo la militancia y obteniendo la captación hacia su espacio de Sergio Massa, el único miembro del peronismo alternativo con estructura y electorado propio, algo posible solo gracias a que ella se supo correr del foco.
Mauricio Macri por su lado hizo también una jugada sorpresiva e inteligente al nombrar a Miguel Ángel Pichetto, un peronista de tradición que fue uno de los pilares del kirchnerismo, un acercamiento que no le ocupa espacio en las listas y que además le ofrece poder de negociación y llegada en las provincias, casi completamente gobernadas por el peronismo.
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"El sistema político está sometido a un estrés muy fuerte que le condiciona la crisis económica, de inviabilidad, de default potencial, donde se sabe que en algún momento todo volverá a estallar y que habrá que renegociar y reconstruir y reestructurar la deuda. No son mantenibles estos alquileres, no son mantenibles estos precios, esta inflación, estos sueldos, las tarifas; está todo en una especie de condición suspensiva", dijo Zuleta Puceiro.