El mensaje papal lo entregaron en Damasco a Asad el prefecto del Dicasterio (departamento de la Curia Romana) para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, cardenal Peter Turkson, y el nuncio apostólico (embajador de la Santa Sede) en Siria, el cardenal Mario Zenari.
"Su Santidad, el papa Francisco, expresa en la carta una profunda preocupación por la situación humanitaria en Siria e indica especialmente las dramáticas condiciones en las que vive la población civil de Idlib", señaló.
"El papa Francisco exhorta una vez más a defender la vida de los civiles y conservar instalaciones de infraestructura básica como escuelas y hospitales (…) y pide al presidente que haga todo lo posible para parar esa catástrofe humanitaria", señaló Parolin en una entrevista con el portal Vatican News.
Al mismo tiempo subrayó que la iniciativa papal no tiene carácter político sino humanitario, que Francisco pide a Asad dar pasos concretos para lograr un armisticio, crear las condiciones para la repatriación de los refugiados, excarcelar a los presos y permitir que sus parientes tengan acceso a información sobre su estado.
En septiembre de 2018, los presidentes de Rusia y Turquía, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, firmaron en la ciudad rusa de Sochi un memorándum encaminado a solucionar la situación en Idlib, adonde se fueron trasladando los grupos derrotados en la lucha contra el Gobierno sirio que se negaron a deponer las armas.
En la provincia de Idlib hay más de una docena de diferentes grupos armados, los mayores de ellos son la alianza de grupos rebeldes proturcos del Frente de Liberación Nacional y el grupo terrorista Frente al Nusra (también conocido como Hayat Tahrir al Sham, prohibido en Rusia).