"La llegada de Armstrong a la Luna que tuvo lugar el 20 de julio de 1969, es un hecho indiscutible. No se trata de fe, sino de que es un hecho científico, al igual que el primer aerostato de Montgolfier subió el 5 de junio de 1783, el primer vuelo del dirigible Giffard el 24 de septiembre de 1852 y el primer vuelo del hombre al espacio el 12 de abril de 1961. Estos son hechos innegables", explicó a Sputnik Serguéi Gerasiutin, investigador del Departamento Cientifico del Museo de Cosmonáutica de Moscú.
Los periodistas pusieron su imaginación a volar y aparecieron distintos libros que ponían en duda el hecho de que Buzz Aldrin y Neil Armstrong hubiesen estado en la superficie de la Luna.
"Como especialista, ni siquiera quiero discutir estos temas, porque todo esto es terriblemente analfabeto", aclaró a Sputnik Vladislav Shevchenko, especialista mundialmente reconocido en el campo de la investigación lunar, que conoció en persona a Aldrin y Armstrong.
El famoso cosmonauta soviético Alexéi Leónov, quien se preparaba personalmente para participar en el programa soviético de la exploración de la Luna, también sostiene que la misión Apolo 11 fue realmente exitosa.
"Argumentar que toda la película fue filmada en la Tierra es simplemente ridículo. EEUU tenía todos los sistemas necesarios para rastrear el lanzamiento del cohete portador, aceleración, la corrección de la órbita del vuelo, el vuelo alrededor de la Luna con la cápsula espacial y su aterrizaje", concluyó el famoso cosmonauta soviético en entrevista a Sputnik.
A pesar de que la URSS cedió el paso a EEUU en el alunizaje de hombre, Leónov considera que la carrera lunar fue la mejor competencia en el Espacio que la humanidad ha tenido.
¿Por qué los soviéticos no llegaron a la Luna?
De acuerdo con Gerasiutin, varios factores son los responsables de que no fuese la URSS la primera en alunizar.
En primer lugar, los norteamericanos empezaron a desarrollar su programa lunar en el año 1961, después de que el presidente John F. Kennedy, al conocer sobre el vuelo del primer ser humano al espacio exterior, afirmara que "el país [EEUU] debe hacer todo lo posible para hacer aterrizar, dentro de diez años, a un hombre en la Luna y traerlo de vuelta sano y salvo a la Tierra".
"Por su parte, la URSS lanzó un programa similar solo en el año 1964, así que comenzamos con un retraso", aclaró Gerasiutin.
Además, el cohete portador que podría haber llevado al cosmonauta soviético a la Luna, el N-1, era un vehículo de lanzamiento súper pesado y por eso no despertaba interés entre los militares.
"Por desgracia, en aquel entonces eran los militares quienes supervisaban la ingeniería espacial. Ellos no entendían que se podía hacer con este cohete de tamaño gigante, por lo tanto, no apoyaron mucho el programa lunar pilotado", explicó Gerasiutin.
Además, el ingeniero principal y diseñador de la industria espacial soviética, Serguéi Koroliov, murió el 14 de enero de 1966. Su sucesor, Vasili Mishin, no gozaba del mismo prestigio e influencia que Koroliov y no pudo lograr el financiamiento necesario para el programa lunar pilotado de la URSS.
"Así resultó que el programa lunar soviético se limitó a la entrega automática de muestras de materia lunar", señaló Shevchenko.
Según el experto, en la URSS se formó la opinión de que los aparatos automáticos pueden, hasta cierto punto, sustituir la participación de los hombres en una expedición tripulada lunar.
La bandera de la URSS en la Luna
A pesar de que ningún ciudadano soviético haya pisado la Luna, la bandera de la URSS sí se encontró en la superficie lunar. Además de la estadounidense, la misión de Apolo 11 llevó abordo las 135 pequeñas banderas de todos los miembros de la ONU.
La bandera de la URSS que estuvo en la Luna, junto con el pequeño contenedor con muestras del suelo lunar, fue regalada por Armstrong al presidente del Consejo de Ministros de la URSS, Alexéi Kosiguin, durante la visita del astonáuta a la URSS en el año 1970.
La bandera lunar soviética ahora está entre los objetos expuestos en el Museo de la Cosmonáutica de Moscú.