La visitante expresó su deseo de "que las relaciones de amistad entre ambos países, cultivadas por miles de personas, perduren para siempre", en palabras de agradecimiento al discurso de bienvenida del presidente Evo Morales en un almuerzo de gala en la Casa Grande del Pueblo, la sede presidencial boliviana.
Mako, quien presidirá el 16 de julio la celebración de la inmigración japonesa en el departamento de Santa Cruz (este), agradeció repetidamente la acogida que le dio el Gobierno boliviano, con guardia de honor y alfombra roja en la plaza principal de La Paz.
Apuntó en su discurso, transmitido en vivo por la televisión estatal, que actualmente viven en Bolivia unos 13.000 japoneses descendientes, como sexta generación, de los que llegaron a fines del siglo XIX pasando por Perú.
Morales destacó la amistad de Japón, recordando que este país condonó a Bolivia una deuda de 500 millones de dólares en la década pasada y le ha dado recientemente un nuevo crédito, por 550 millones de dólares, para un proyecto de energía geotérmica en el altiplano al sur del salar de Uyuni.
La princesa Mako tiene previsto reunirse en residentes japoneses en La Paz y Santa Cruz, además de visitar atractivos turísticos entre los que destacó el teleférico de transporte masivo de la capital política boliviana.
En el norte de Santa Cruz, visitará las colonias de japoneses San Juan y Okinawa, reconocidas como puntales del desarrollo agropecuario de ese departamento, el más rico de Bolivia.