"Nosotros (el Ejecutivo) no ponemos condiciones para dialogar, insistimos en el llamado a la tranquilidad. Existe un compromiso de la empresa (Southern) a no construir sin que exista un ambiente propicio para el diálogo", dijo Solar al multimedio RPP.
El 15 de julio, la provincia de Islay, donde se encuentra el yacimiento minero, amaneció con sus actividades laborales suspendidas, así como con las escuelas cerradas y con algunas vías cerradas por pobladores, según reportó el medio local Radio Yaraví.
Del Solar afirmó que hubo un compromiso del Ejecutivo de sostener un diálogo con la población y sus autoridades antes de que el permiso sea dado, pero "las propias autoridades de la región Arequipa encabezadas por su gobernador dijeron que no querían ningún tipo de diálogo".
Por otro lado, indicó que el 13 de julio el ministro de Energía y Minas, Francisco Ísmodes cursó sendos oficios al gobernador regional de Arequipa y al alcalde de Islay, pero que no han recibido ninguna respuesta hasta la fecha.
El gobernador regional de Arequipa, Elmer Cáceres, ha manifestado en días anteriores que la oposición a la construcción de Tía María es innegociable, sugiriendo que el presidente Martín Vizcarra sería responsable si ocurren hechos de violencias o daños personales derivados del conflicto social.
Para el 16 de julio está prevista una visita del primer ministro a Islay para buscar una solución al conflicto social.
Tía María es uno de los proyectos mineros más importantes de Perú, aunque ha sufrido diversas protestas de autoridades y la sociedad civil.
Entre 2011 y 2015, los conflictos han cobrado la vida de 7 personas, entre pobladores y policías.
La mina tiene proyectada la extracción de cobre, con un volumen de hasta 120.000 toneladas anuales.