"Las protestas contra la política migratoria son un eslabón más de las acciones de la sociedad civil organizada y defensores de migrantes, que ya tiene un tiempo movilizada", contra los acuerdos de México con EEUU, dijo a esta agencia Leticia Calderón Chelius, especialista en migración en el Instituto de Investigaciones Históricas "José Maria Luis Mora" y que también integra la Asociación Civil Mexicana Sin Fronteras.
Las protestas pacíficas también realizadas ante la embajada de EEUU en la capital del país fueron convocadas por la "Coalición binacional versus Trump".
"No a las deportaciones, ningún migrante es ilegal, y no a la cacería", rezaban las consignas de los inconformes, para "repudiar el pacto migratorio con el Gobierno de Donald Trump, no avalado por el Senado".
La académica y coordinadora del Grupo contra la Xenofobia de la Red Integra, de la que forman parte científicos sociales, señala que "las protestas no son algo novedoso, pero lo importante es que dejan de ser aisladas y tímidas, pasando a una manifestación pública más organizada".
En un comunicado, los manifestantes expresaron que el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador "no debe fungir como la Patrulla Fronteriza de la Casa Blanca".
En EEUU también fueron convocadas protestas en Washington y varias ciudades contra las llamadas "jaulas" para detención de indocumentados, según la coalición.
"Es una señal muy interesante el trasnacionalismo político, ante una serie de acuerdos entre los dos gobiernos, para intentar detenerlos con la acción internacional concertada", dijo la asesora de la organización Mexicanos en Exilio.
"Hay que preguntarse por la gente que sería deportada, si retornaría como hace diez años, cuando se fueron de un país que mantiene los mismos problemas de desempleo, inseguridad y violencia, que no se han resuelto", puntualizó la politóloga.
Sin respaldo del senador
El pacto migratorio aún no ha sido avalado por el Senado, por esa razón se distanció del grupo gobernante el presidente del Congreso y líder de los diputados, el oficialista Porfirio Muñoz Ledo.
Con un "espíritu liberal", el líder legislativo ha proclamado incluso ante López Obrador su oposición a que este país "se convierta en el muro de Trump en la frontera sur".
"Muños Ledo se ha quedado solo, como él mismo me lo confió en una reunión de trabajo, y los legisladores oficialistas se han alineado con el Presidente", asegura Campbell Peña.
El activista señala que México debe apegarse al derecho internacional y el Pacto para una Migración Segura y Ordenada de Naciones Unidas, firmado en Marruecos y que el canciller Ebrard fue el primer en suscribirlo en diciembre pasado.
El incidente fue protagonizado por una caravana de miles de indocumentados, con muchas mujeres y niños, en el puente sobre el río Suchiate que sirve de frontera con Guatemala.
El activista asegura que el jefe de la oficina federal de Derechos Humanos, Alejandro Encinas y asesores del Gobierno en migración, como el sacerdote Alejandro Solalinde, "estaban por la apertura de las fronteras, sin represión".
Lo que ocurrió después fue que la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, junto con Ebrard, pactaron lo contrario en Miami y en California (oeste de EEUU) con funcionarios de seguridad interior de EEUU, encabezados por Kirstjen Nielsen, antes de su renuncia el 7 de abril.
Mientras tanto, el presidente López Obrador "solo lo obedecía, otorgándole a Ebrard funciones que exceden a la política exterior, como la política migratoria que corresponde a la secretaria de Gobernación", puntualizó.
López Obrador dijo este viernes que México ha cumplido el control del flujo de indocumentados con despliegues de la Guardia Nacional en sus fronteras, acordado con EEUU, el 7 de junio pasado, y descartó que se ejecuten las redadas que planea Trump.