"Para desalentar la migración, México acepta las devoluciones sin medidas humanitarias, la Guardia Nacional y agentes migratorios multiplicaron las redadas, crearon un clima de pánico que viola todos los derechos humanos y sobre todo el derecho al asilo", dijo la responsable en Tijuana del capítulo México de "Families Belong Together" (Familias Unidas).
"Lamentablemente, México comenzó a aplicar las mismas políticas contra migrantes que ejecutan las autoridades estadounidenses, dificultan el acceso a estaciones migratorias, y el abandono institucional es patente", asegura Vázquez Pesqueira.
La defensora de derechos humanos considera que "no son casualidad esas operaciones, el objetivo es disuadir a la población migrante, para satisfacer los reclamos de EEUU" y evitar así la imposición de aranceles al comercio.
Las cifras oficiales confirman esa denuncia: en una primera etapa, del 29 de enero al 8 de abril de este año, cuando el Gobierno del presidente Donald Trump suspendió el programa de revisión de asilo, ocurrieron más de 1.300 devoluciones unilaterales de migrantes a las ciudades de Tijuana, Juárez y Mexicalli, según el Instituto Nacional de Migración (INM).
México dijo que recibía a los indocumentados por "razones humanitarias", pero ante el éxodo creciente, las autoridades migratorias estadounidenses reforzaron las detenciones y deportaciones.
Desde la firma del acuerdo, la cifra de personas regresadas a esperar sus trámites de 29 de enero al domingo 7 de julio casi se elevó 80%, a 18.503 migrantes, la mayoría centroamericanos, pero también caribeños, asiáticos y africanos, informó esta semana el INM.
Oficialmente su estatus se define como "situación de espera a peticiones de asilo".
La "Lista", factor de corrupción
Además de las personas "devueltas", al menos 20.000 más esperan una cita "al otro lado" en las fronterizas Tjuana, Juárez y Mexicalli, según el INM
Cada día, las autoridades de EEUU contactan a los agentes del mexicano Grupo Beta para recibir la lista elaborada, supuestamente, por los propios migrantes; con ese registro otorgan las citas a tribunales migratorios.
La cantidad de citas no solo es entregada a cuentagotas, sino que las entrevistas requeridas pueden ser hasta cuatro, dependiendo del caso, y el trámite puede demorar muchos meses entre una y otra.
Vázquez Pesqueira, quien asiste a los solicitantes de asilo, relata que al principio hasta 40 personas recibían citatorios diariamente para cruzar a la ansiada entrevista.
Los solicitantes de asilo son devueltos el mismo día a México; si argumentan miedo a regresar, son encerrados en las temibles "heladeras", pero todos vuelven en no más de tres días, relata la abogada.
Las personas menos favorecidas para entrar a lista proceden de países africanos, como Camerún, Ghana, o Eritrea, relata la defensora de migrantes.
Esta semana estalló una crisis cuando unos 300 cameruneses protestaron, fastidiados porque a pesar de la barrera cultural y del idioma, notaron que ese grupo no encuentra nunca un citatorio.
Sin explicación convincente, el titular del INM en Tijuana, Rodulfo Figueroa, renunció el miércoles a su cargo.
"México ha hecho una lista ilegal, sin fundamento jurídico, la convirtió en un filtro para un derecho pleno de asilo, opaca en su manejo, que se presta para la corrupción", sentencia Vázquez.
Aún quedan unos 3.000 caribeños en Tijuana, que también comenzaron a ser acosados, explica la experta.
La portavoz de Familias Unidas asegura que el discurso oficial de "razones humanitarias para recibirlos es retórico".
En vez de otorgar visas humanitarias, el INM les entrega una visa de turistas, con fecha específica para abandonar el país.
"Es una estrategia deliberada para que las personas vulnerables se desesperen, porque el trámite es largo, confuso y prolongado", subrayó.
Mientras tanto, en el otro lado oscuro de la moneda, esa población con grandes cantidades de mujeres y niños está en territorio del crimen organizado.
El 26 de julio, EEUU evaluará la eficacia de las acciones de México, mientras que Donald Trump afirma que este país por fin está cumpliendo su tarea.