La encuesta revela que el 47% está en contra y que el 44% se muestra a favor, unos porcentajes que evidencian que el rechazo ha ido disminuyendo con el paso del tiempo.
La caída en el rechazo a la reforma se da en todas las franjas de edad, escolaridad y renta familiar, y ocurren también independientemente de los votos que los ciudadanos expresaron en las elecciones de 2018.
La encuesta se hizo entre los días 4 y 5 de julio en base a 2.086 entrevistas, realizadas en municipios de todo el país.
La reforma del sistema de pensiones está considerada la principal prioridad del Gobierno para reducir el déficit público e impulsar el crecimiento.
Después de meses de estar encallada en el Congreso Nacional, donde los parlamentarios han aplicado numerosos cambios, en los últimos días su tramitación se aceleró, y podría votarse por primera vez en el plenario de la Cámara de Diputados próximamente.
El texto prevé por primera vez una edad mínima para jubilarse: 65 años para hombres y 62 para mujeres, que tendrán que contribuir con sus cotizaciones como mínimo 20 y 15 años, respectivamente.
Uno de los principales cambios respecto a la propuesta original es que los funcionarios de los estados y de los municipios no se verán afectados por estas nuevas reglas.