SB 168 ha convertido al estado de Florida en uno de los estados más estrictos con respecto a la política de migración irregular. A partir de ahora, todas las instituciones municipales de Florida deben hacer cumplir la ley federal de migración. Ahora los policías del estado de Florida están obligados a detener a las personas indocumentadas durante un periodo de máximo a 48 horas para ser entregados a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).
"La gente está con mucho miedo, la verdad, es muy triste", lamenta el representante de la Coalición, Thomas Kennedy, citado por la BBC.
Además los estudios realizados por la Coalición revelan las graves consecuencias económicas para la zona, ya que serán afectados los sectores de agricultura y turismo donde más trabajan los migrantes indocumentados. También esto provocará mayores gastos municipales en las cárceles.
Una de las promesas de la campaña electoral de Donald Trump en el 2017 fue acabar con las 'ciudades santuario'. El primero en apoyar la iniciativa del mandatario fue Carlos Giménez, el alcalde del condado de Miami, que dio la orden a las cárceles de que mantengan los detenidos por solicitudes de ICE. Como concluye Kennedy, la política de restricciones migratorias es apoyada por los mismos estadounidenses, habitantes de las 'ciudades santuario', como por los migrantes latinos 'legales' que ya se consideran ciudadanos de EEUU.