Aunque los dos líderes no firmaron acuerdo alguno, su entrevista equivale a "una declaración de facto del fin de las relaciones de hostilidad y el comienzo de una era de paz en toda regla", declaró Moon, citado por la agencia Yonhap, durante una reunión de su Gabinete.
Se suponía que Trump y Kim se limitarían a intercambiar un saludo simbólico en la frontera, aprovechando la visita del mandatario estadounidense a Corea del Sur, pero la entrevista superó las expectativas iniciales.
Trump cruzó con Kim la línea de demarcación hacia el Norte, convirtiéndose en el primer presidente de EEUU que pisó el suelo norcoreano, y luego conversó largamente con su colega en el lado surcoreano de la aldea fronteriza de Panmunjom, en presencia del mandatario surcoreano.
Al término de la reunión, que Trump calificó de histórica, se anunció que los equipos negociadores de EEUU y Corea del Norte retomarán consultas en las próximas dos o tres semanas, tras varios meses de aparente estancamiento del diálogo que busca la desnuclearización y la distensión en la península coreana.