"Nord Stream 2 podría hacerse operativo a finales de año para garantizar suministros seguros del gas natural a Europa. Sin embargo, hay un problema. Durante muchos meses, la política de Dinamarca ha estado poniendo en riesgo la ejecución del proyecto a tiempo, seguimos a la espera de que aprueben el permiso para la construcción", indicó Schröder durante un desayuno de trabajo celebrado este 7 de junio en el marco del Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
El político alemán expresó la confianza en que habrá un diálogo sensato con el nuevo gobierno danés salido de las urnas, para excluir los posibles retrasos.
Para Schröder, "es muy fuerte la presión de sanciones por parte de EEUU, así como la presión proveniente de países que representan los intereses de EEUU".
"No hay duda de que influye en la política de Dinamarca y la Unión Europea [con respecto a Nord Stream 2]. No debemos olvidar que esta presión no obedece a motivos amistosos únicamente... Los socios de EEUU dicen absolutamente sin tapujos que quieren más que nunca exportar gas natural licuado al mercado europeo", declaró.
A mediados de abril, Nord Stream AG solicitó a Dinamarca autorización para la nueva ruta del gasoducto.
El proyecto Nord Stream 2, impulsado por una alianza de empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y Países Bajos, prevé el tendido de dos tuberías por el fondo del mar Báltico para conectar a los dos primeros países.
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La primera variante del proyecto repetía la ruta del gasoducto Nord Stream cuya construcción concluyó en 2012.
De esos países solo Dinamarca todavía no ha otorgado el permiso para realizar en su territorio el proyecto, que debe culminar para finales de 2019.
El gasoducto tendrá capacidad para transportar 55.000 millones de metros cúbicos anuales de gas ruso.
El Nord Stream 2 fue concebido para diversificar las rutas del suministro del combustible a Europa y elevar la seguridad energética.