"Rusia podría optar por establecer de manera unilateral esas fronteras si el procedimiento [de definición de fronteras en las organizaciones internacionales] resulta desfavorable, y podría utilizar sus capacidades militares en un esfuerzo de denegar el acceso a las aguas y los recursos disputados en el Ártico", dice el documento, publicado este 7 de junio.
Para el Pentágono el Ártico constituye "un vector potencial" de un ataque contra Estados Unidos.
En el informe se expresa la preocupación de que el desarrollo de la situación en el Ártico pueda "limitar de manera directa o indirecta la capacidad del Departamento de Defensa de trasladar las fuerzas en el mundo, así como afectar los objetivos estratégicos de EEUU relacionados con la competición con China y Rusia en el Indo-Pacífico y Europa".
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En marzo pasado, el viceministro de Recursos Minerales, Denís Jrámov, dijo a Sputnik que la subcomisión de la ONU definió su postura respecto a la solicitud de Rusia de ampliar las fronteras del Ártico y afirmó que la decisión se daría a conocer ya en verano boreal.
Rusia solicitó a la ONU la ampliación de las fronteras del Ártico en 2001, pero la solicitud fue declinada por falta de datos geológicos.
Las nuevas expediciones al Polo Norte, las exploraciones geológicas y geofísicas en el océano Glacial Ártico y los levantamientos batimétricos llevaron más de diez años.
Las reservas pronosticadas de hidrocarburos en las regiones en cuestión alcanzan los 4.900 millones de toneladas de combustible convencional.
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De acuerdo a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, para ampliar la plataforma se necesita probar la naturaleza continental de las estructuras geológicas adyacentes ubicadas en el lecho marino.
Escudo antimisiles
Además, el informe del Departamento de Defensa de EEUU sobre la estrategia norteamericana en el Ártico destaca que Estados Unidos y Canadá llevan a cabo un estudio para potenciar la cobertura de los sensores de sus sistemas de defensa antibalística.
El texto indica que el estudio sobre la modernización del escudo antimisiles busca resolver la tarea de blindar la región ante "las amenazas planteadas por los misiles de crucero avanzados de Rusia, así como sus planeadores hipersónicos".
El informe destaca que "es crucial modernizar los sistemas de defensa de misiles y misiles de crucero".
En 2018 el presidente ruso, Vladímir Putin, presentó nuevas armas como los sistemas de misiles hipersónicos Kinzhal y Avangard, el misil intercontinental Sarmat, el cañón láser Peresvet y el dron submarino Poseidón de propulsión nuclear.