Los mínimos solares marcan un período de actividad reducida en el Sol y ocurren cada 11 años. Durante estos tiempos las manchas solares y las erupciones solares son menos frecuentes.
El sitio web Space Weather lleva cálculos de los días en los que no aparecen las manchas en el Sol. El 6 de junio es el día consecutivo número 18, señal inequívoca de que el mínimo solar está en marcha.
El viento solar influye en el clima cósmico, puede causar tormentas magnéticas que interfieran con los satélites, afectan a los viajes aéreos e incluso pueden destruir las redes eléctricas.
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Asimismo, el mínimo solar cambia la capa superior de la atmósfera. La capa se enfría y se hace más delgada, por lo que la resistencia disminuye y la basura cósmica puede dañar los satélites.
Un ciclo solar dura aproximadamente 11 años, y pueden ser causados por la coincidencia de los campos gravitatorios de Venus, la Tierra y Júpiter. La tradición de contar los ciclos arrancó en 1755. Actualmente nos encontramos en el Ciclo Solar 24, que comenzó en 2008. En 2014 era el pico del ciclo, el máximo solar, cuando el Sol estaba continuamente salpicado de manchas, algunas tan grandes como el planeta Júpiter.