"Cada vez es peor la oferta de la UE; hay una necesidad política de firmar un papel, que podría ser un pedazo de papel higiénico. Si el Mercosur acepta lo menos malo que le está proponiendo la UE es para que los cancilleres puedan decir" que finalmente lograron el acuerdo, dijo Colombo, jefe de gabinete de la cancillería argentina en 2005 y 2006, en el marco del primer ciclo de debates "Mercosur y el futuro de la integración regional", celebrado en la sede del organismo en Montevideo.
Colombo, subsecretario de Asuntos Latinoamericanos de la cancillería argentina entre 2006 y 2009, dijo que el acuerdo, de firmarse, incluirá menos de uno por ciento del universo arancelario entre la UE y el Mercosur, ya que el bloque europeo se resiste a algunos puntos como el ingreso de carne bovina.
"Los europeos van a tener graves problemas para hacer pasar ese acuerdo si entran animales con hormonas, como fabricamos nosotros los animales para la venta", explicó.
Colombo puso el ejemplo de Francia, donde los productores tuvieron duros enfrentamientos con el presidente Emmanuel Macron por este asunto, tras lo cual el mandatario se comprometió a no permitir el ingreso de animales con hormonas a la UE.
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El diálogo entre los dos bloques para llegar a un acuerdo comercial se congeló entre 2004 y 2010 y solo fue retomado en 2016.
Las diferencias más importantes se dan en los puntos referentes a la industria del automóvil y al acceso a mercados de productos como la carne bovina y los productos lácteos.
El Mercosur está integrado por Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela (actualmente suspendida y que no hizo parte de las negociaciones con la UE).