La votación supone que Israel celebrará nuevas elecciones generales el próximo 17 de septiembre, algo que nunca había sucedido en los 71 años de historia del Estado de Israel.
Con esta medida evitó que el presidente de Israel, Reuven Rivlin, le encargara formar ejecutivo a otro diputado, que previsiblemente iba a ser el líder de la oposición, Benny Gantz.
Según el diario israelí "The Times of Israel", Netanyahu intentó por todos los medios formar un ejecutivo hasta el último momento, llegando a ofrecer al Partido Laborista que entrara en el gabinete con ministerios importantes como Justicia y Finanzas. No obstante, los laboristas rechazaron la oferta.
El principal escollo era una ley destinada a reclutar a judíos ultraortodoxos para el servicio militar. Los partidos religiosos ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido de la Torá, a los que Netanyahu necesitaba para formar ejecutivo, se oponían a esta regulación.
Pero la formación de ultraderecha Israel Nuestro Hogar, liderada por el ex-ministro de Defensa Avigdor Lieberman, y necesario para completar la coalición, la exige para respaldar al Gobierno.