"Para todos, incluso para quienes lo detuvieron, resulta totalmente evidente que se dedica solo a su labor de periodista, nada más", dijo Simonián en un programa de la cadena Rossiya 24.
Destacó que el trabajo de los medios rusos en los países bálticos se vuelve cada vez más difícil, ya que los servicios de seguridad interrogan a los periodistas y siguen sus desplazamientos.
"Nos indigna una vez más la prohibición de entrada al país a nuestro periodista. Llamamos al presidente electo, Gitanas Nauseda, a que le preste atención a las restricciones de la libertad de expresión en Lituania. Aunque no tenemos mucha esperanza", indicó Lídov-Petrovski.
Horas antes, Qasem informó que fue detenido en el aeropuerto de Vilna tras llegar al país báltico en un viaje de trabajo.
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El periodista, que ya se encuentra fuera de Lituania, reveló que además le prohibieron la entrada a Lituania por cinco años.
El Ministerio de Exteriores de Rusia ha denunciado reiteradamente esa política de Letonia, Estonia y Lituania, resaltando su probable carácter coordinado.
Para la Cancillería rusa, esos ataques contra los medios "ponen en evidencia lo que realmente está detrás de las declaraciones demagógicas de Vilna, Riga y Tallin sobre su apego a los principios de la democracia y la libertad de expresión".
