El medio cita las palabras de Guy Verhofstadt, ex primer ministro belga y ahora miembro influyente de la asociación política paneuropea Alianza de Liberales y Demócratas por Europa, jefe de su facción en el Parlamento Europeo y principal negociador en el Parlamento Europeo para el tema del Brexit.
El ex primer ministro afirma que las elecciones al Parlamento Europeo que tendrán lugar esta semana están manipuladas por Rusia de la misma manera que el referéndum del Brexit.
"Siempre es Rusia. Si hablamos de Farage, es Rusia. Encima de todo esto, hay una persona que apoya el Brexit duro y que quiere convertirse en líder del partido Conservador. ¿Soy demasiado suspicaz? Veo un verdadero intento organizado de destruir el proyecto europeo en su conjunto", dijo.
El columnista de la versión rusa de Sputnik Iván Danílov destaca que el político europeo equipara un probable resultado de la expresión de la voluntad popular en las elecciones con 'una toma de poder nacionalista'. En su opinión, es particularmente irónico en el contexto de que la facción que Verhofstadt dirige se llama la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa.
"Desde el punto de vista de la clase política europea, cuya opinión es bien expresada por ex primer ministro belga, parece que el liberalismo y la democracia implican que los que se autodenominan liberales y demócratas deben conservar el poder. Y si los votantes están en contra, es culpa personal de Putin", escribe Danílov.
Siguiendo la misma lógica, cualquier elección con un resultado inconveniente se puede llamar 'un golpe nacionalista', agrega.
Todo esto es percibido con razón por la clase dirigente europea como un voto de desconfianza al proyecto de una Europa unida en su forma actual, pero en vez de buscar las razones detrás de esta falta de confianza, prefiere culpar a Vladímir Putin, que desde su punto de vista es responsable por el Brexit, la creciente popularidad de euroescépticos y los problemas sistémicos del proyecto europeo, explica el columnista de Sputnik.
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Aunque los problemas de la UE, en su opinión, son inmensamente más profundos: se trata de la impotencia intelectual de la clase política europea que no puede creer que el cuento de hadas del 'gran proyecto europeo global' haya terminado, y que tiene que rehacer desde cero.