La ceremonia inaugural del primer festival de tal envergadura en la historia de Rusia contó con la asistencia de embajadores y diplomáticos de varios países iberoamericanos, representantes de organismos oficiales rusos, círculos culturales y el público interesado en familiarizarse con el cine contemporáneo de los países de habla hispana y lusa.
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En su discurso inaugural, el coordinador de los proyectos cinematográficos de la Galería Tretyakov, Maxim Pavlov, agradeció a todos los colaboradores del Festival su aportación, y aseguró que la Galería está dispuesta a organizar eventos de este tipo con más frecuencia.
Después, con la palabra de bienvenida intervino el embajador de Paraguay, Ramón Díaz Pereira, quien subrayó que el festival es "una magnífica oportunidad que permitirá a los cinéfilos moscovitas apreciar el cine de Latinoamérica, España y Portuigal en sus distintos géneros: ficción, históricos, documentales, dibujos animados" y temas de todo tipo.
Recordó también que en los últimos años películas iberoamericanas han recibido varios galardones, incluso premios Oscar, o por ejemplo, en el caso particular de su país, "con poca tradición fílmica", dos Osos de plata del Festival de Berlín.
Confesó que no fue nada fácil organizar esta fiesta del cine pero "era una cosa que Moscú se merecía y el mundo iberoamericano se merecía, así que lo merecíamos las dos partes, a pesar de que ha sido muchísimo trabajo".
"Ha sido un trabajo de que justo empezamos a ver los efectos. Son 10 días de cine en Moscú [...] Es algo que esperamos todos que tenga una continuidad y que vaya mostrando ese peso de la cinematografía iberoamericana", dijo Abel Murcia en declaraciones a Radio Sputnik.
La realización del primer Festival de Cine Iberoamericano en la capital rusa se hizo posible gracias al esfuerzo del Instituto Cervantes en Moscú, de la mano de las embajadas de 18 países iberoamericanos (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Uruguay), la Biblioteca rusa de la Literatura Extranjera, la Galería Tretiakov, la Casa Central de Cine y otras entidades rusas.
Coincidió con Abel Murcia en que el Festival es "el fruto de meses, meses, meses de mucho trabajo" y expresó su agradecimiento a las organizaciones rusas que han colaborado para hacerlo realidad. En conclusión, la embajadora mexicana aseguró que "el cine en América Latina [...] está en un boom".
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En conversación con Radio Sputnik, Julio Prado Espinosa, el embajador de Ecuador ante la Federación de Rusia, invitó a todos los moscovitas a dejarse vencer por la magia del cine iberoamericano, y puso en relieve que una de las dos películas ecuatorianas que se proyectarán en el marco del Festival, es la primera película en quechua, que es un motivo para el orgullo.
Manifestó también que, en su opinión, Rusia y los países iberoamericanos "vayan a un buen ritmo" en los ámbitos de cooperación, pero "Rusia es muy grande, así que tenemos que ir copando(!) poco a poco espacio" ya que "tenemos [Iberoamérica] mucho potencial para dar, para exhibir y para intercambiar".
El Primer Festival de Cine Iberoamericano dura hasta el 30 de mayo, y las películas –un total de 50, más de 30 largometrajes y casi 20 cortos- se proyectan en 5 salas de Moscú.