“Es una pastilla abortiva”, “solo puedes usarla una vez al año”, “vas a sentirte mal luego de tomarla”, son algunos de los mitos que se escuchan en torno a este fármaco, que muchas mujeres optan por no consumir por considerarlo peligroso.
En segundo lugar, puede tomarse más de una vez al año, e incluso más de una vez al mes. De todas formas, no debería emplearse como anticonceptivo habitual y hay que tener claro que se trata de una opción de emergencia.
“La píldora de emergencia, que contiene levonorgestrel, debe utilizarse cuando la usuaria tuvo una relación coital sin protección, cuando usa determinado método anticonceptivo y este falla, y en los casos de abuso”, explicó la ginecóloga Adriana Zuviría.
Los efectos secundarios incluyen sangrado entre períodos, náuseas y vómitos, aunque no son frecuentes. Se recomienda tomarla junto con la ingesta de alimentos, y en caso de producirse vómitos debe repetirse la dosis para evitar que baje su eficacia.
“Dentro de los criterios de elegibilidad de la OMS, la píldora de emergencia se encuentra en la categoría uno, es decir, no tiene ningún tipo de contraindicación. Esto es algo que si no lo recalcamos, a veces no queda claro”, agregó Zuviría.
La pastilla del día después, que se puede adquirir en farmacias sin receta médica, no es el único anticonceptivo de emergencia. Hay otra píldora que contiene acetato de ulipristal y se vende con receta médica (aunque no en nuestro continente). Por último, el más efectivo es el DIU, si se coloca dentro de los cinco días posteriores a la relación sexual.