Toxoplasmosis: ¿las embarazadas deben alejarse de los gatos?
La toxoplasmosis puede contraerse en cualquier momento de la vida y no se le asocian síntomas específicos, más que un malestar general, decaimiento o gripe. No es una enfermedad grave en adultos sanos, de hecho, alrededor de la mitad de las personas la adquirió al cumplir los 50 años.
A las pacientes que están buscando quedar embarazadas, o a las que están en sus primeros meses de embarazo, se les realiza una serología para determinar la presencia del parásito.
Si el resultado es negativo, se deben tomar las precauciones mencionadas para evitar el contagio, y si es positivo es necesario realizar más estudios para determinar si se contrajo recientemente o hace varios años. En este último caso, no hay peligro.
"En las positivas recientes se pueden utilizar medicamentos para evitar el pasaje de la enfermedad al niño u otros para matar al parásito mientras el bebé está en el útero; eso se resuelve caso a caso", dijo la infectóloga y parasitóloga Zaida Arteta.
¿Y los gatos? Las embarazadas seronegativas deben extremar los cuidados en el contacto con estos animales, especialmente si estos se alimentan fuera de sus hogares.
"Si es un gato joven que anda en la calle, y caza animales, tiene altas chances de enfermarse con toxoplasmosis. Cuan extremas sean las medidas es una decisión de cada uno", agregó Arteta.