"Ya estuve platicando varias horas con el (titular del Instituto Nacional de Migración, Tonatiuh Guillén López) para precisamente analizar la estrategia y ver cómo podemos, en lugar de tener albergues temporales, hacer albergues definitivos", dijo Sánchez Cordero.
Además, a pesar de que algunos migrantes cubanos se amotinaron y se fugaron de un centro de retención de Tapachula (sur), se los apoyará mientras permanezcan en México, aseguró.
"Efectivamente, ha sido un grupo agresivo, pero nada del otro mundo, estamos platicando con ellos, sobre todo para que entiendan que su situación en nuestro país es irregular y deben regularizarse para poder tener una estancia legal", dijo Sánchez Cordero.
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Desde octubre, miles de personas han marchado desde Centroamérica en caravanas escapando de la violencia y la pobreza en un intento por solicitar asilo en EEUU.
Unas 300.000 personas indocumentadas han ingresado a territorio mexicano en los primeros meses del año, según autoridades mexicanas, que ofrecen visas de trabajo en el sureste del país para desincentivar la marcha hacia EEUU.
El Gobierno de México exige el registro de los indocumentados como precondición para garantizar el respeto a sus derechos humanos y protegerlos de los traficantes de personas.
