"Hasta ahora un 5,2% del territorio de Estonia se encuentra en manos de Rusia. Rusia no quiere devolvernos este territorio, ni ofrecernos una compensación, ni abordar este tema", aseveró el político estonio durante una conferencia de prensa.
"No planeamos librar una guerra con Rusia", destacó Helme, sin precisar a qué territorio se refiere.
Una fuente diplomática, citada por los medios rusos, comunicó que el territorio mencionado por el político estonio incluye la ciudad de Ivángorod (provincia de Leningrado) y una parte del distrito Pechorsky.
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Según el Tratado de Tartu, firmado el 2 de febrero de 1920, estas tierras pertenecían a Estonia, pero, después de su adhesión a la URSS, que tuvo lugar en 1940, pasaron a formar parte de la Unión Soviética.
La línea de frontera estonio-rusa fue acordada en el 2005 tras 11 años de negociaciones. En aquel momento las partes firmaron un acuerdo fronterizo que todavía no ha sido ratificado porque los diputados del Parlamento de Estonia incluyeron en ello un preámbulo que menciona el Tratado de Tartu.
Las negociaciones acerca de su ratificación se reanudaron a finales del 2012. En febrero del 2014 los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países firmaron el documento que en el futuro tendría que ser ratificado por los Parlamentos de ambos países.
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Los representantes del Partido Popular Conservador de Estonia se han manifestado en contra de la ratificación de este tratado en su versión actual, aseverando que la frontera tiene que trazarse en concordancia con el Tratado de Tartu.
En la embajada de Rusia en Estonia recordaron que varios políticos de ese país regularmente abordan el tema de las pretensiones territoriales.
"Sin embargo, las autoridades estonias en sus contactos con Moscú señalan que estas declaraciones no reflejan la postura oficial y solo son opiniones personales. Suponemos que este enfoque puede aplicarse en relación a las declaraciones actuales del ministro del Interior de Estonia", señalaron en la misión diplomática rusa.