"EEUU continuará rompiendo los lazos entre Cuba y Venezuela. La influencia de Cuba sobre Venezuela terminará a medida que la gente venezolana defiende su libertad", fue la reacción de Bolton al mensaje del vicepresidente de EEUU, Mike Pence.
Según Pence, Cuba le robó a Venezuela "no solo su libertad, sino que la privó de su riqueza". Por su parte, el diplomático estadounidense Roger F. Noriega fue más lejos en sus declaraciones y tachó a Cuba de ser el "verdadero villano" en Venezuela, en su artículo para el 'think tank' American Enterprise Institute.
El diplomático Carlos Fernández de Cossio del Ministerio de Asuntos Exteriores de Cuba declaró a Bloomberg que Cuba quiere ayudar a negociar un final pacífico para la crisis política en Venezuela en caso de que el presidente Nicolás Maduro se lo pida.
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El Grupo de Lima buscó involucrar al país caribeño en la negociación de una solución después de que fracasara el intento del autoproclamado presidente interino Juan Guaidó de derrocar a Nicolás Maduro.
"Estamos listos para ayudar. No es Cuba, ni es el Grupo de Lima que tiene que decidir quién es el líder de Venezuela", declaró De Cossio al destacar que "Maduro tiene que estar en la mesa de negociaciones".
Según el diplomático, hoy en día Cuba es utilizada por EEUU como "el chivo expiatorio" en el intento fallido de desbancar a Maduro.
Carlos Fernández de Cossio considera que Trump deterioró el progreso que fue alcanzado en las relaciones bilaterales por su antecesor Barack Obama.
Además de apoyar a Maduro, la Casa Blanca acusó a La Habana de controlar el aparato de seguridad de Maduro, algo que Cuba rechazó rotundamente, aseverando que todos los 20.000 cubanos que se encuentran en Venezuela son médicos y enfermeros. Según el país caribeño, la crisis se utiliza como pretexto para acabar con el Gobierno cubano y desviar la atención de la incapacidad de Guaidó de tomar el poder.
El pasado 30 de abril, el Gobierno de Venezuela frustró un intento de golpe de Estado impulsado por el opositor Juan Guaidó con el apoyo de unos militares "traidores que se venden a los dólares de Washington", según declaró posteriormente el presidente venezolano, Nicolás Maduro.