El 6 de mayo, en San José el GIC dio inicio a su tercera reunión para buscar una salida a la situación de Venezuela, en una cumbre que se prolongará hasta este 7 de mayo.
"Parece que tanto China y Rusia como EEUU tienen sus intereses en Venezuela. El Grupo de Contacto sitúa por delante los intereses del pueblo venezolano, y esperamos que las grandes potencias eviten una confrontación entre sí y también contribuyan a una solución que conduzca a elecciones y una mejora de la situación en Venezuela", dijo.
Además, Soder declaró que el GIC está convencido que ningún país, incluida Rusia, debe excluirse del diálogo dirigido a encontrar una solución de la crisis política en Venezuela.
Añadió que "Suecia cree firmemente en dialogar en vez de guerrear, así que no excluimos a nadie de ser involucrados en la búsqueda de la solución en Venezuela".
Respecto a una posible extensión del mandato del GIC, la diplomática sueca dijo que se está preparando una declaración que marcará el futuro del órgano.
"Espero que sea explicativa en sí misma en lo que se refiere a nuestra visión de lo que es la mejor forma de avanzar cuando se trata de nuestros principios y cuando se trata de nuestro plan de acción", comentó Soder.
El 5 de mayo el canciller ruso, Serguéi Lavrov, declaró que Rusia está dispuesta a cooperar tanto con el GIC como el Mecanismo de Montevideo, integrado por México, Uruguay, Bolivia y la Comunidad del Caribe (Caricom).
Se trata de la tercera reunión del Grupo después de que la crisis venezolana se agravara con la autoproclamación del opositor Juan Guaidó como presidente interino del país, y la primera tras el fallido golpe de Estado del 30 de abril pasado, impulsado por el diputado y sofocado casi de inmediato por las autoridades.
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El presidente venezolano, Nicolás Maduro, responsabilizó a EEUU de haber orquestado la autoproclamación de Guaidó, y tachó a los participantes de la intentona golpista de "traidores que se venden a los dólares de Washington".
