"El lanzamiento de proyectiles de corto alcance por Corea del Norte debe entenderse como una señal política a EEUU, para presionarle para que tome acciones concretas con el fin de avanzar en las negociaciones estancadas", dijo Kawasaki.
Kawasaki supuso que se trata de una advertencia de que "la continua inacción por parte de EEUU podría empujar a Corea del Norte a reanudar los ensayos prohibidos de misiles de medio y largo alcance o incluso de armas nucleares".
Aseveró que la reanudación de pruebas nucleares y de misiles socavaría el de por sí frágil avance logrado por Washington y Pyongyang el año pasado y provocaría hasta una confrontación militar.
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Según Kawasaki, para resolver el problema en la península de Corea los dos países deben tomar acciones concretas, mientras la comunidad internacional tiene que ayudar a promover el diálogo.
"Desde luego, endurecer las sanciones no ayuda a solucionar la situación", subrayó.
El 4 de mayo, el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur informó que Pyongyang había lanzado varios proyectiles no identificados en el mar de Japón (mar del Este).
La estatal agencia de noticias norcoreana KCNA declaró este 5 de mayo que el objetivo de los ejercicios era probar las lanzaderas múltiples de cohetes "de gran calibre y largo alcance" y las armas tácticas guiadas.