"Estamos hablando sobre un acuerdo nuclear en el que nosotros fabricamos menos y ellos fabrican menos, y quizás incluso nos deshacemos de parte de la tremenda capacidad de fuego que tenemos en este momento", dijo, y añadió: "Probablemente empezaremos algo pronto entre los rusos y nosotros, y creo que China podría añadirse en el camino".
El pasado 2 de febrero, Washington inició el proceso para retirarse del Tratado de Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance (INF), firmado en 1987 con la entonces Unión Soviética para prohibir los misiles balísticos y de crucero con alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, declaró que si Rusia no retorna al cumplimiento "pleno" del tratado en seis meses, EEUU formalizará su retirada del acuerdo.
El presidente Putin anunció el 2 de febrero que Rusia también suspende —de manera simétrica— su compromiso con el Tratado INF, pero dejó claro que Moscú no quiere dejarse involucrar en una carrera armamentista y mantiene sus propuestas de desarme.
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Rusia niega rotundamente todas las acusaciones de desarrollar misiles que infringen el tratado, lo que fue usado por EEUU como pretexto para rescindir el pacto.
La suspensión durará seis meses y luego será permanente si Moscú y Washington no solucionan las discrepancias al respecto.