"Ha sido una oportunidad muy motivadora, ya que se trata de una experiencia única en el departamento (del Tolima, centro-occidente) que permite integrar a un buen número de compañeros en una misma causa y bajo la lógica del proceso de reincorporación", dijo a Sputnik la excombatiente de FARC y líder del proyecto, Laura Vega.
Actualmente varios de ellos ocupan Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), donde adelantan diferentes proyectos productivos.
"Soy delegada del complejo territorial de reincorporación de FARC en Tolima (…) y bajo esa línea hemos venido impulsando diferentes proyectos económicos que son la apuesta desde el punto de vista de la reincorporación económica de todos los excombatientes", explicó Vega, quien destacó que de la iniciativa para exportar café orgánico también hace parte la comunidad del municipio de Dolores, en Tolima.
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Dolores, una de las regiones cafeteras por excelencia de Colombia, cuenta con hermosos bosques, en los cuales se asientan haciendas y pequeñas fincas que permanecieron abandonadas durante años debido al conflicto armado, pero que hoy en día son muestra del avance de la paz en esa región del país.
El consultor de la empresa, Miguel Jiménez, explicó a Sputnik que dieron con los exguerrilleros "por coincidencia", mientras pasaban por uno de los espacios de reincorporación donde estas personas si bien ya producían café, era un volumen que "resultaba pequeño para una idea de exportación".
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La iniciativa tuvo eco, y en cuestión de meses Lohas Beans capacitó a 120 productores del municipio de Dolores y los certificó en buenas prácticas y procesos de producción de café orgánico.
Según Jiménez, la maldición que para algunos significó dejar sus tierras abandonadas durante años, hoy en día constituye un beneficio, ya que el suelo no está contaminado con químicos, lo cual facilitó el proceso para conseguir la acreditación de café orgánico.
"Aunque no nos ha ocurrido, sí conocemos de proyectos de los cuales los excombatientes han desistido debido a que se les plantean propuestas económicas a largo plazo, y la realidad es que ellos no pueden esperar, por eso los certificamos pronto, para que obtuvieran los beneficios de manera ágil", agregó el representante de la empresa.
Con la certificación del sello orgánico se espera comercializar 40 contenedores de café de 25.000 kilos cada uno, los cuales serán distribuidos en el mercado europeo y de los Estados Unidos en lo que resta de este año.
"Nuestro objetivo es apostarle al tema de la reincorporación con base en la siembra de café en esta región, por lo que esperamos potencializar la comercialización del grano en todo el departamento con la participación de más excombatientes", indicó Vega, quien a su vez es una de las beneficiadas con la siembra de café orgánico frente al café común, debido a que por este último se paga mucho menos.
Según Jiménez, el precio del café normal está "muy deprimido" actualmente, lo que puede "desmotivar" tanto a los excombatientes como para la gente de la comunidad que ha invertido en sus fincas "para ganar tan poco".
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Actualmente se paga 22% más por el café orgánico que por el común, lo que es "muy atractivo" para los productores, añadió el empresario.
"Afuera hay mucha gente interesada en apoyar el proceso y que funcione en Colombia, porque el programa ha tenido aceptación luego de que Lohas Beans se lo comentó a sus compradores, quienes consideran que apoyando este proyecto se regresa la tranquilidad a zonas que fueron víctimas de la guerra", agregó Jiménez.
Tanto él como Vega aseguran que esta iniciativa no habría sido posible sin el proceso de paz y la consolidación de los ETCR, los cuales traen a estas tierras nuevos aires con el aroma productivo del café.