En Argentina, los reclamos por la situación del mercado de trabajo comenzaron el 30 de abril con el primer paro general del año contra el Gobierno de Mauricio Macri. Allí, la pérdida de fuentes laborales tiene una relación directa con el aumento de la pobreza y la indigencia que ha puesto al país en una de las situaciones más delicadas de la región.
"Acá los canales mandan periodistas para ver lo que está pasando en Venezuela. Mejor que que se fijen lo que pasa en el país", dijo a Sputnik Enrique Iriarte, presidente de la Cooperativa 19 de diciembre. "En José León Suárez a 40 minutos del Obelisco (NdR: en el centro de la Ciudad de Buenos Aires) los chicos comen en los basurales".
La cooperativa se formó tras la crisis que vivió Argentina en 2001 luego del colapso de la empresa Isaco, una de las principales autopartistas de Latinoamérica con 300 puestos laborales y una facturación de 17 millones de dólares al año.
"Antes se decía que las empresas recuperadas teníamos que luchar para tratar de mejorar la situación, cosa que hicimos siempre", afirmó Iriarte, y enfatizó que ahora la desolación es generalizada.
"Yo con mi edad, que he vivido todos los gobiernos, a este lo veo como el peor de todos…y el que vaya a venir, ¿cómo va a reactivar el país?", se preguntó para luego asegurar que "Argentina es un país en estado de coma".
El dirigente se refirió a uno de los principales problemas para el movimiento sindical guaraní: "Por eso mismo la gente tiene miedo de organizarse en sindicatos porque no existe la tan ansiada libertad sindical (…) al empresariado no le gusta que la gente se organice".
Colombia también se prepara para una jornada de reflexión y reclamos por la situación de los trabajadores.
El director general de la Escuela Nacional Sindical, Alberto Orgulloso, repasó para Sputnik algunos de los temas que los preocupan: flexibilización, la contratación por hora, defensa de la educación pública y de la salud, el modelo de microseguros que "termina dándoles el negocio de la protección social al sistema financiero" y el cumplimiento del acuerdo de paz.
"Nosotros tenemos una población laboral de 22 millones de trabajadores y trabajadoras, sin embargo la tasa de sindicalización no pasa del 5% y el crecimiento de la población laboralizada es prácticamente plano, se mantiene constante", señaló Orgulloso.
"Esto lo que marca es un nuevo ciclo de precarización laboral, de hecho la OIT en su informe sobre el futuro del trabajo advierte la necesidad de aplicar regulaciones fuertes a las plataformas que no brindan "condiciones dignas a sus trabajadores".