"Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos encontró indicios que vincularían a (…) Santoyo en la desaparición de los dos defensores de derechos humanos y dispuso la captura del oficial en retiro", indicó la Fiscalía General en un comunicado.
Santoyo llegó el 29 de abril a Colombia en un vuelo procedente de Estados Unidos, deportado con otras 100 personas y tras cumplir casi ocho años de prisión de una condena de 13 años por narcotráfico y complicidad con paramilitares, según informaron las autoridades migratorias colombianas.
Esas desapariciones se relacionan con homicidios y otros crímenes cometidos en Medellín entre 1997 y 2001, cuando Santoyo comandaba el Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal (Gaula) rural de la policía.
"El general en retiro deberá permanecer recluido en un centro carcelario mientras avanzan las investigaciones en su contra como presunto autor del delito de concierto para delinquir agravado y coautor de desaparición forzada de personas agravada", agregó la fiscalía.
Las víctimas fueron reportadas como desaparecidas el 6 de octubre de 2000 en un sitio público conocido como La Playa, en el centro de Medellín.
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Exintegrantes de grupos paramilitares de extrema derecha que se acogieron a la Ley de Justicia y Paz, promovida por Uribe, se atribuyeron el crimen y revelaron que habían actuado en complicidad con integrantes del Gaula rural que encabezaba Santoyo.
Uribe, sin embargo, lo nombró jefe de seguridad de la casa de Gobierno; pero en 2003 la procuraduría le inició un proceso administrativo por interceptaciones telefónicas ilegales.
Pese a esto, el propio Uribe lo ascendió a general en 2007 y lo condecoró en 2010.
En 2012, Santoyo fue extraditado a Estados Unidos.