Francia vive desde mediados de noviembre de 2018 una oleada de movilizaciones de los llamados 'chalecos amarillos', el movimiento contestatario que ha puesto contra las cuerdas a Macron.
Los manifestantes, que visten prendas fluorescentes, protestaban en un principio por el alza en los precios de los combustibles y los impuestos, pero luego sus reivindicaciones se extendieron a otras demandas sociales y políticas, exigen incluso la dimisión del presidente francés.