El funcionario señaló que el CICR comparte la posición de Rusia sobre el campamento sirio de Rukban, sosteniendo que es una necesidad vital que miles de sus residentes reciban ayuda.
Señaló que allí hay muchos extranjeros, sobre todo niños y mujeres, y que es muy importante que los respectivos Estados debatan con las autoridades de ese campamento la búsqueda de soluciones, especialmente para los menores de edad, porque en Al Hol se vive una auténtica crisis humanitaria.
"En relación con eso, aplaudimos los esfuerzos de la Federación de Rusia, que ya hizo mucho para lograr la repatriación de numerosos niños", declaró.
El campamento de Rukban está situado en el distrito de Al Tanaf, en la frontera entre Siria y Jordania, donde se encuentra una base militar de EEUU.
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Carbonnier también dijo a Sputnik que el Comité Internacional de la Cruz Roja desearía recibir la invitación para participar en la conferencia sobre la repatriación de los refugiados sirios que planean organizar Rusia, Irán y Turquía.
Presencia en Libia
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) aspira a ampliar su presencia en Libia, que vive una escalada del conflicto, dijo Carbonnier.
Al señalar que al CICR le preocupan las operaciones de combate que se libran en la capital del país, Trípoli, el funcionario supuso que esta situación puede tener "graves consecuencias humanitarias".
Según Carbonnier, el CICR ante todo recordará a las partes del conflicto la necesidad de respetar los principios básicos de las operaciones de combate, en particular, el de distinguir entre las instalaciones militares y las civiles y el de proteger a la población civil y la infraestructura civil.
Dijo que el CICR se encargará de prestar ayuda a los centros médicos y los hospitales, agregando que los frecuentes apagones registrados en Trípoli en verano de 2018 dificultaron el suministro de agua y el funcionamiento de los hospitales.
Tamibién: No hay marcha atrás: ¿conseguirá la ofensiva del 'nuevo Gadafi' unir a Libia?
El pasado 4 de abril, la crisis libia entró en una nueva espiral de violencia después de que el Ejército Nacional bajo el mando del mariscal Jalifa Haftar iniciara una ofensiva para expulsar a los terroristas de Trípoli.
Sin embargo, ese Gobierno, en funciones desde el 31 de marzo de 2016, no ha sido reconocido hasta la fecha por la Cámara de Representantes, parlamento unicameral con sede en la ciudad de Tobruk (este), que proclamó su propio Gobierno, apoyado por el Ejército Nacional.
Los grupos armados leales a Sarraj anunciaron el 7 de abril el comienzo de la operación Volcán de Ira para frenar el avance de las fuerzas de Haftar.
Libia está sumida en un caos desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivara en enfrentamientos entre grupos rivales.
