En las operaciones internacionales y en muchos mercados, el dólar sigue siendo la moneda líder, escribe Marco Maier, autor del artículo. Los precios del petróleo, el trigo, el cobre y otros bienes se establecen en moneda estadounidense.
Pero el sistema dominado por el dólar comienza a "agrietarse cada vez más", continúa Maier. Los países pobres no quieren exponerse al riesgo constante asociado con las fluctuaciones de la moneda. Además, la política de sanciones de EEUU hace a muchos reconsiderar el sistema.
Por ejemplo, los estadounidenses prohíben comerciar con Irán en dólares, por eso Teherán cambió al euro y realiza transacciones con Rusia, China y otros países en monedas nacionales. Pekín y Moscú también están desdolarizando el comercio bilateral.
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Cada vez hay más países que abandonan la moneda de EEUU, aunque sea parcialmente, y buscan otras soluciones.
El autor asegura que es Washington quien priva al dólar de su posición dominante en el mercado mundial porque lo usa como un "arma financiera de destrucción masiva". Y lo hace no solo en las guerras comerciales o monetarias, sino también para provocar hiperinflación, el retiro masivo de dinero de los bancos y la inestabilidad interna en aquellos países donde quiere cambiar el 'statu quo'.
Según los datos financieros de EEUU con su enorme deuda pública y un desequilibrio significativo en el comercio exterior, el valor de la moneda estadounidense debería ser menor. El dólar mantiene su posición únicamente porque es una moneda de reserva global.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) January 14, 2019
Pero esta situación pronto puede llegar a su fin, pronostica Maier. Incluso los saudíes amenazan con dejar de vender el petróleo en dólares, lo que pondría fin al petrodólar y socavaría la confianza del mundo en la moneda estadounidense.
"A veces las armas (incluidas las financieras) se vuelven en contra de quienes las usan constantemente", concluye el autor.