En concreto, el programa electoral del PSOE para las elecciones generales del próximo 28 de abril, publicado este 15 de abril, se compromete a realizar "las reformas necesarias para un nuevo impulso del autogobierno".
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De esta manera, el partido del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que afronta estas elecciones como favorito en las encuestas, propone superar la crisis política en Cataluña otorgando a este territorio más autonomía política.
"Ante la crisis actual del modelo territorial, derivada del crecimiento de las aspiraciones independentistas en Cataluña, ante la inacción del Gobierno del PP, nos corresponde liderar la búsqueda de una salida a dicha crisis", explica el programa electoral.
Ante ese escenario, los socialistas afirman que la solución a la crisis no puede llegar desde el derecho a la autodeterminación, tal y como proponen los partidos independentistas, ni desde la instalación de una "estado de excepción territorial" en Cataluña.
Pese a que los socialistas apoyaron la aplicación del 155 realizada por Rajoy, ahora consideran que el contexto actual no justifica volver a hacerlo.
De hecho, el texto acusa a los partidos que actualmente proponen esa medida (el conservador Partido Popular, los liberales de Ciudadanos y la ultraderecha de Vox) de sentir "nostalgia" del "pasado centralista" de España.
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En su lugar, el PSOE propone abordar el problema mediante "una evolución del Estado Autonómico", aunque el programa no detalla cuáles serían las vías para otorgar a los territorios más capacidad de autogobierno.
En ese contexto, la capacidad de Pedro Sánchez para entenderse con partidos independentistas catalanes y partidos nacionalistas del País Vasco puede ser crucial a la hora de forjar un pacto que le permita afrontar una sesión de investidura con éxito.
En las elecciones generales de España se eligen 350 parlamentarios que compondrán el Congreso de los Diputados (Cámara Baja) y 208 representantes para el Senado (Cámara Alta).
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Tras la designación, el candidato afrontará una sesión de investidura en la que necesitará el apoyo de la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados para convertirse en presidente del Gobierno.
En caso de fracasar, el candidato tendrá una oportunidad 48 horas más tarde, en una segunda votación donde el Congreso de los Diputados podrá investirle por mayoría simple.
