"Podemos contar con los dedos de una mano a los países capaces de actuar de forma soberana, autónoma. Tanto Rusia como Turquía pertenecen a esta categoría", declaró Peskov al canal Rossiya 1.
El representante del Kremlin añadió que "se está ejerciendo una presión sin precedentes" a Turquía.
"Celebramos la postura lo suficientemente firme y categórica que mantiene el presidente [turco Recep Tayyip] Erdogan. Consideramos que es la única actitud que nos permite construir el diálogo de una manera libre y soberana", señaló Peskov.
Ankara respondió que no piensa retractarse del acuerdo de 2.500 millones de dólares, suscrito con Moscú en diciembre de 2017.
El 5 de abril el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró que la propuesta rusa para la compra de sus sistemas S-400 es más favorable para Turquía que la de EEUU con los Patriot.
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En diciembre pasado, el Departamento de Estado de EEUU aprobó la posible entrega a Turquía de sistemas Patriot por un monto de 3.500 millones de dólares, pero el Congreso sigue sin dar su visto bueno a ese trato.
El S-400 tiene un alcance de hasta 400 kilómetros y puede destruir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros; por sus prestaciones, este sistema pertenece a la generación 4+ y es el doble de eficaz que sus antecesores.