La posibilidad de que la OTAN sume a Brasil como 'socio' del bloque había sido manejada por el presidente de Estados Unidos Donald Trump en un encuentro con su par de Brasil Jair Bolsonaro. En el marco de los 70 años de la alianza militar, el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg saludó la posibilidad de generar alianzas con más países latinoamericanos, tras la experiencia de Colombia, asociado desde 2018.
Para Hutschenreuter, el acercamiento de la OTAN a América Latina presenta "más interrogantes que convicciones".
El analista recordó en un artículo publicado a propósito de sus 70 años, que la OTAN nació con el objetivo de "contener a la Unión Soviética". A pesar de que el contexto cambió, los países de la OTAN no disolvieron el acuerdo y continúan "con Rusia como principal referencia y amenaza".
"La región tiene sus propios problemas. Ningún país tiene como problema a Rusia. Pueda haber países que estén más cerca o más lejos pero el problema no es Rusia", explicó.
Hutschenreuter recordó que Argentina llegó a ser aliado de la OTAN durante la década del 90-luego abandonó el acuerdo-pero esa condición "no le significó prácticamente nada". La alianza con Colombia, en tanto, era "previsible" según el analista debido a "la relación muy estrecha con Washington y el apoyo que ha dado cuando los problemas internos en Colombia quemaban".
El experto se mostró cauto en relación a la posibilidad de que Brasil concrete su alianza con la OTAN, en virtud de que se trata de un país que "tiene muy establecido el principio de no injerencia en los asuntos internos de los estados". Un acuerdo le significaría "tener que revisar ese principio, que en Brasil siempre es un tema muy sensible".
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De todos modos, reconoció que Bolsonaro "parece tener una política de realineamiento con Washington" que otorga "cierta facilidad" para que EEUU gane influencia en la región, algo que había perdido en las primeras décadas del siglo XXI.
Hutschenreuter advirtió que aliarse con la OTAN significa para los países latinoamericanos "quedar involucrados en conflictos que les son ajenos, en distintas partes del mundo".
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Que América Latina permita el avance del bloque militar en la región demuestra, según el analista, el "fracaso de la región en llegar a configurar esquemas o pautas de seguridad conjunta".