"Durante más de dos años, desde que Trump juró el cargo, en enero de 2017, los estadounidenses llevan leyendo, viendo y oyendo a todas horas sobre la trama rusa, que ha dado momentos de gloria al programa humorístico Saturday Night Live, con Robert de Niro interpretando a Robert S. Mueller, y Ben Stiller, a Michael Cohen, además de, por supuesto, Alec Baldwin en su magistral parodia de Trump", leemos en el rotativo español El País.
Megyn Kelly, quien durante años fue la estrella de la cadena conservadora Fox, cuestionó nada más salir la carta de Barr, "¿Lo aceptarán ahora los medios que tanto han invertido en esta narrativa, recordando que ellos no van a favor de ningún resultado? ¿O buscarán la manera de salvar la cara en su coberturas y predicciones previas (equivocadas)?". Es un solo ejemplo del torrente de críticas.
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La cuestión es si los medios pueden cubrir con perfil bajo una investigación tan relevante, tan crítica, como una que trata de esclarecer si su presidente conspiró con Putin.
El director de The New York Times, Dean Baquet, defendió el trabajo.
"Me siento cómodo con la cobertura", según las declaraciones recogidas por The Washington Post, "nunca ha sido nuestra función determinar la legalidad, sino exponer las acciones de las personas en el poder. Y eso es lo que nosotros y otros hemos hecho y seguiremos haciendo".
De la trama rusa han vivido los principales medios internacionales en los dos últimos años. El presunto complot del Kremlin para hacerle presidente a Trump ha estado detrás de muchas carreras y éxitos en el mundo de la política… y de ocio.
¿Significa esto que ahora habrá algún cambio en las relaciones con Rusia? ¿Y qué pasará con las sanciones?
Como escribió uno de los visitantes de la página web de HispanTV, "si no hay pruebas que levanten Las sanciones a RUSIA y le indemnicen por los DAÑOS causados, porque Fueron rápidos en SANCIONAR".
Pero semejante percepción de las conclusiones del informe de Mueller parece bastante inocente. La mejor prueba de que no cabe esperar cambios positivos en las relaciones bilaterales tras la publicación del informe del fiscal especial, ha sido la cautelosa reacción de Moscú.
Los expertos rusos consideran que pronto veremos más sanciones, mientras las relaciones bilaterales tocarán nuevos mínimos.
Semejante escepticismo de los expertos rusos es explicable. La publicación del informe de Mueller parece que no cambia nada para la opinión pública estadounidense.
Rusia sigue siendo implicada en actividades hostiles a Estados Unidos y su "intromisión" en las elecciones presidenciales de 2016 sigue evidente, considera el analista Rafael Fernández de Castro.
Desde esta perspectiva "la trama rusa" que tantas portadas ha garantizado para los medios internacionales no parece más que una manipulación mediática premeditada, una historia falsa desde el principio que, sin embargo, ha conseguido increíbles resultados.