La jueza considera que el acto administrativo de Bolsonaro "no es compatible" con el proceso de reconstrucción democrático promovido por la Asamblea Nacional Constituyente de 1987 y por la Constitución de 1988, por lo que determina al Gobierno "que se abstenga del orden del día alusivo al 31 de marzo de 1964", dijo la cadena O Globo en un reporte.
La magistrada aceptó de esta forma la petición de la Defensoría Pública de la Unión, que pidió que las Fuerzas Armadas no celebrasen la implantación de la dictadura en Brasil y mucho menos con recursos públicos.
La decisión judicial, no obstante, llegó tarde, porque la mañana de este 29 de marzo ya hubo algunos actos; en Brasilia, por ejemplo, se contó con la participación del comandante del Ejército, Edson Leal Pujol.
En esa ceremonia se leyó un texto en el que no se clasifica el periodo militar como dictadura, se dice que las Fuerzas Armadas siempre estuvieron "alineadas con las legítimas aspiraciones" de la gente, y que el 31 de marzo de 1964 fue un episodio simbólico de esa identificación.
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Este mismo 29 de marzo, el Instituto Vladimir Herzog y la Orden de los Abogados de Brasil (OAB) denunciaron a Bolsonaro ante la ONU por promover la conmemoración del golpe.
