"El día de hoy fue publicado el decreto que le da existencia legal a la Guardia Nacional, después de haber sido aprobada por virtual unanimidad en las dos cámaras del Congreso y la totalidad de las entidades federativas", dijo en un comunicado la oficina del titular de la Secretaría de Seguridad, Alfonso Durazo.
Dentro de los 60 días naturales siguientes a la entrada en vigor de este decreto el Congreso expedirá la Ley de la Guardia Nacional.
Además de las normativas que reglamenten el uso de la fuerza y del registro de detenciones dentro de los 90 días naturales siguientes a la entrada en vigor de dicho decreto.
"La ley determinará la estructura orgánica y dirección de la Guardia Nacional, instrumento importante e imprescindible para tener una mayor capacidad en el combate a la inseguridad", dice el anuncio oficial.
La oficina de Durazo "formulará la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, los respectivos programas, políticas y acciones", puntualizó la dependencia.
La formación y el desempeño de los guardias nacionales "se regirán por una doctrina policial fundada en el servicio a la sociedad, la disciplina, el respeto a los derechos humanos, al imperio de la ley, al mando superior y a la perspectiva de género", dice el decreto.
La nueva corporación requerirá unos 1.000 millones de dólares para reclutar a 21.000 miembros y construir 87 cuarteles este 2019, y contempla, además, la integración de unos 35.000 policías militares y 8.000 navales, que por ahora están bajo las órdenes de la Defensa y la Marina.
Te puede interesar: México busca aumentar su autonomía militar en la fabricación de armas
Asimismo se integrarán a la nueva corporación 17.000 agentes de la Policía Federal, que este año operan con su propio presupuesto patrullas y equipos.
Durazo anunció la semana pasada que la nueva estrategia no se concentrará en arrestar a los capos del crimen organizado.
Al menos la mitad de los delitos se dirigen desde el interior de los penales, debido a la corrupción en las cárceles, indicó el funcionario federal.
Casi 12 años de una guerra frontal contra el crimen organizado han costado más de 200.000 vidas, hay más de 40.000 personas desaparecidas, unos 26.000 cadáveres sin reconocer y 1.100 fosas clandestinas localizadas.