"Amistad, cooperación, asistencia mutua, simpatía y la disposición de tender la mano al otro Estado en un momento difícil son una tradición estable de las relaciones bilaterales interestatales", dijo el embajador ruso en Roma, Serguéi Rázov, durante la velada.
Al inaugurar el evento, Rázov propuso honrar la memoria de las víctimas de la tragedia con un minuto de silencio.
Recordó también que Rusia prestó la mayor ayuda financiera al pueblo afectado –nueve millones de euros– para reconstruir el palacio Ardinghelli y la basílica de San Jorge dañadas por el terremoto.
Rázov indicó durante la velada que, según los diplomáticos de la embajada enviados a L'Aquila, la reconstrucción de los dos edificios está casi terminada.
En particular, se considera convertir el palacio Ardinghelli en una filial del Museo de arte contemporáneo y una plataforma para la cooperación cultural de Rusia e Italia.
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"Nosotros con nuestros amigos italianos estamos trabajando ahora en las fechas, la agenda y el contenido de la visita a Italia del presidente de Rusia, Vladímir Putin", afirmó Rázov.
Destacó que esta visita será "una señal muy seria para la ulterior profundización y el fomento de nuestras relaciones tradicionalmente amistosas".
La madrugada del 6 de abril de 2009, un fuerte terremoto sacudió el pueblo de L'Aquila en la región italiana de Abruzzo provocando más de 300 muertos y centenares de heridos.
Además, unas 70.000 personas perdieron sus casas.