"Es la primera vez desde que se empezó con (Raúl) Alfonsín y (José) Sarney y desde que se constituyó el Mercosur", apuntó en diálogo con Sputnik el argentino Miguel Ponce, ex Subsecretario de Industria y Comercio.
Durante la visita, Bolsonaro no solo logró acuerdos políticos, sino que obtuvo promesas de índole económico: logró el apoyo estadounidense en su aspiración de unirse a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y el compromiso de que la nación norteamericana elimine las visas de turismo para brasileños.
Sin duda, el anuncio más polémico y conflictivo es que el gigante suramericano prometió comprar a Estados Unidos 750.000 toneladas de trigo libre de aranceles, equivalentes a unos 300 millones de dólares.
Hasta el momento, Brasil compra mayoritariamente a Argentina. De hecho durante 2018, Brasil importó siete millones de toneladas de trigo, de las cuales casi seis millones, un 84%, las compró a Argentina.
"Esta compra, a arancel cero, como si fuera la compra a un miembro del Mercosur, es decir dándole a Estados Unidos el estatus de miembro del Mercosur en términos fácticos, claramente para nosotros es una violación al tratado, es una violación a las reglas que deben manejarse entre los dos países y si además esto ha sido hecho sin ningún tipo de aviso previo, agrava la situación", apuntó Ponce.
Según el también director del Centro para el Comercio Exterior del Siglo XXI, tal y como advirtieron tras la asunción Bolsonaro "está buscando degradar al Mercosur, es decir, llevarlo de un estatus determinado, a uno de menor cuantía institucional".
Otros anuncios fueron en el área de defensa: las compañías brasileñas podrán participar en licitaciones del Pentágono y a la vez tendrán la posibilidad de comprar material estadounidense a mejores precios.